Actualizado: sábado, 5 junio 2010 19:36

LEÓN 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las asambleas generales de Caja España y Caja Duero rubricaron hoy el proceso de fusión de ambas entidades, en el primero de los casos con 148 votos a favor, tres en contra y otras tantas abstenciones y en el segundo caso con el sí de 102 votos comprisarios, frente a 15 en contra y dos abstenciones.

Tras el respaldo al proceso, el presidente de Caja España, Santos Llamas, aseguró que los resultados obtenidos son "extremadamente satisfactorios"; de "congratulación", aunque no precisó quiénes fueron los miembros que no dieron el apoyo a la fusión.

Por este motivo, tuvo palabras de agradecimiento para la Asamblea General, el Consejo General, el Comité Directivo y todos los empleados de Caja España. "Es una batalla de todos que hemos conseguido ganar y va a ser beneficiosa para el mundo financiero, sobre todo de Castilla y León", subrayó.

El presidente de Caja España explicó que a partir de ahora las dos entidades de ahorros implicadas en el proyecto seguirán trabajando para que todas las comisiones empiecen a coordinarse. "No podemos perder más tiempo, sino empezar a trabajar desde mañana mismo", apostilló.

En este sentido, puntualizó que, una vez ratificada la fusión por las asambleas generales de Caja España y Caja Duero, habrá que esperar aproximadamente un mes para que se inscriba en el registro del Auditorio Independiente Mercantil la nueva caja, algo que, según estimó, se producirá en torno al día 7 de julio.

Hasta entonces, las comisiones y equipos de ambas cajas comenzarán a trabajar de manera provisional hasta que tenga lugar el Consejo para, a continuación, convocar la Asamblea General Extraordinaria que ratifique la aprobación obtenida en dicho consejo.

PRESIDENCIA.

Al ser preguntado por la posibilidad de ser el presidente de la caja resultante de la fusión, afirmó no haberse planteado esa cuestión por el momento, aunque apuntó que si quisiera serlo, tendría que contar con los apoyos suficientes.

Por otra parte, señaló que el Banco España le expresó su felicitación tras conocer que se había ratificado la fusión en la Asamblea General, un ente que le mandó un mensaje de "ánimo" con el nuevo proyecto.

Respecto al nombre comercial y el logotipo de la nueva caja, indicó que es una cuestión que hay que estudiar y analizar a partir de ahora y recalcó que los 30 días que quedan por delante serán, probablemente, "muy movidos y de mucho trabajo".

Por su parte, la vicepresidenta primera de Caja España y presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, destacó la postura común manifestada por los representantes de la entidad de ahorros durante el proceso de fusión, que se manifiesta en que todos los acuerdos han sido adoptados "por unanimidad".

"NECESARIO E IMPRESCINDIBLE"

Además, concretó que dadas las circunstancias del sistema financiero, resultaba "necesario e imprescindible" proceder a su consolidación mediante la creación de entidades "más grandes" para poder tener un músculo "más importante".

De la misma forma, consideró que Caja España ha sido una entidad "ejemplar" desde que se comenzó a trabajar con la fusión, algo que a su juicio es "bueno" para la caja, para la ciudadanía y para la economía de la provincia y de Castilla y León.

Sobre estos asuntos también se pronunció el vicepresidente segundo de Caja España y alcalde de León, Francisco Fernández, quien subrayó que los representantes de la entidad han actuado con la responsabilidad que demandaba la sociedad leonesa para que la entidad de ahorros se integrara en el "pilar económico" que supondrá el nuevo proyecto.

Para Fernández, el resultado de la fusión con Caja Duero se traducirá en un "apoyo claro" a la economía leonesa, aunque contextualizó la repercusión que tendrá la creación de la nueva entidad en un ámbito más global, el de la autonomía y el del país.

Por su parte, los votos en contra en la sede de Caja Duero llegaron de manos de los asamblearios integrantes de la sección sindical de UGT en Caja Duero y de algunos de los impositores de una asamblea compuesta por 120 miembros, en la que estuvieron todos menos el consejero Vicente de la Peña que se ausentó por "motivos personales", y que pasará a ser de 160 consejeros para adaptarse en número a la existente de Caja España.

Las 40 plazas vacantes serán ocupadas con el porcentaje actual de representación. Los impositores tendrán 14 nuevos representantes; corporaciones locales, 13; Cortes de Castilla y León, 6; empleados, 5; y entidades de interés general, 2.

El director general de Caja Duero, Lucas Hernández, explicó que armonizar la política comercial es una tarea "prioritaria" frente a otras decisiones como la de la nueva marca, que podría retrasarse hasta dos años, hasta entonces podrían convivir con los dos nombres actuales.

NEGOCIACIONES CON OTRAS CAJAS.

En este tiempo, tanto Fermoso como Hernández no descartan que se puedan producir nuevas negociaciones con otras cajas. El proceso de reestructuración bancario y de cajas "va a continuar" y "si hacemos los deberes, podremos presentar nuestra candidatura a otros procesos de una segunda ronda, que se va a producir", indicó el director general.

Hasta entonces, los máximos dirigentes de Caja Duero señalaron que la nueva entidad ya se ha puesto en marcha con el apoyo de las asambleas y que "nace con fortaleza y entusiasmo", colocándose en el octavo lugar de las cajas más importantes del país. Atrás queda el periodo de "reflexión, análisis y debate" y se afronta una nueva etapa cimentada con un plan de viabilidad "creíble, viable y riguroso", destacó Lucas.

"LA VENTANILLA DEL FROB"

El presidente de Caja Duero subrayó que la fusión con Caja España "es la mejor de las posibilidades para seguir adelante" frente a otros procesos "improvisados" que se están llevando a cabo por otras entidades con el propósito "simplemente" de "llegar a la ventanilla del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria)".

En este sentido, Julio Fermoso apuntó que salvo "seis u ocho cajas" el resto está inmerso en algún proceso de reordenación. De ellos, destacó que algunos como el de Galicia y el de Caja Duero y Caja España "están definidos" frente a otros, de tipo Sistema Institucional de Protección (SIP), que generan "ciertas indefiniciones".

El presidente de Caja Duero insistió en su apoyo a la fusión frente a los SIP porque estos últimos están marcados por la "incertidumbre". Por ejemplo, señaló que "no tienen definidas las competencias de los consejos".

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