SALAMANCA, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Salamanca es "el primero de España en certificar la huella del carbono --totalidad de gases de efecto invernadero-- de un servicio municipal completo", según ha informado el Consistorio a través de un comunicado remitido a Europa Press.
Aparejado a esto, tal y como ha reseñado, el Consistorio queda inscrito en el registro de Huella de Carbono del Ministerio del Medio Ambiente y obtiene así el logotipo que se otorga a tal efecto a las administraciones públicas "comprometidas con la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático".
Este estudio se ha circunscrito al área de Parques y Jardines y la previsión es continuar analizando el resto de la actividad municipal, según la información facilitada por el Ayuntamiento salmantino.
El informe, realizado por la empresa concesionaria del servicio municipal de Parques y Jardines, Eulen, es "un punto de referencia básico para la adopción de las medidas más adecuadas para reducir la afección al cambio climático".
Para ello, ha estudiado las emisiones de las diferentes instalaciones, la flota de vehículos, la maquinaria, el transporte de los trabajadores del servicio municipal de Parques y Jardines y también las emisiones que se producen como consecuencia de la utilización de energía eléctrica en las instalaciones municipales.
Al tener en cuenta todos estos datos, el informe concluye que la emisión es de 214 toneladas de dióxido de carbono equivalente, según la Norma UNE En ISO 14064-3:2012, ha detallado el Consistorio.
OFICINA CAMBIO CLIMÁTICO
Esta declaración se enmarca en las actuaciones impulsadas por la Oficina de Lucha contra el Cambio Climático, que coordina todas las iniciativas municipales para mejorar la calidad de vida de las personas.
Sus objetivos principales son garantizar la calidad del aire que respiran los salmantinos y que está dentro de los límites legales, según la Red Local de Contaminación integrada en la red regional; hacer de Salamanca "un entorno urbano de calidad seguro y saludable que garantice a corto, medio y largo plazo una elevada calidad de vida"; consolidar un modelo urbano sostenible, y fortalecer la ciudad frente a futuros impactos climáticos.
Para ello, según la información del Consistorio, es "necesario" impulsar estrategias concretas dentro del Pacto de los Alcaldes al que el Ayuntamiento de Salamanca se adhirió en 2016 con el compromiso de reducir las emisiones de dióxido de carbono en al menos un 40 por ciento hasta 2030.