VALLADOLID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, ha reconocido este jueves la necesidad de reformar la Constitución Española, un reto "difícil" ante el actual panorama parlamentario, según sus palabras, que ha pedido afrontar sin miedo y entre todos y con todos, en referencia expresa a las comunidades autónomas, y tras dejar en el trastero el odio y la ignorancia.
A través de un artículo de opinión publicado este jueves en El País bajo el título 'Tentaciones ante la reforma territorial necesaria', recuerda que el principal objetivo de esa reforma pasa por perfeccionar la Constitución de 1978 de forma "prudente, generosa y valiente" para que los que ahora se sienten incómodos puedan estar "razonablemente confortables".
El político popular, psiquiatra de profesión, defiende también que la reforma de la Carta Magna podría ser "un buen diván" para resolver las represiones que se mantienen en el inconsciente colectivo y que impiden hablar de España y del sentimiento patriótico sin complejos, "y no identificando la palabra España con Franco y dictadura, pues el diván, sin duda, es una buena disciplina emancipadora".
"Hay que abordar la reforma sin miedo, con la ilusión de trabajar en un proyecto compartido, con mucho sentido común y diálogo, y dejar el odio y la ignorancia en el trastero y no olvidar nunca, en este largo camino que debemos recorrer, que es muy difícil crear algo nuevo simplemente desobedeciendo lo existente", ha advertido el vicepresidente del Gobierno de Juan Vicente Herrera.
De Santiago-Juárez reconoce en este artículo que ningún español menor de 55 años ha podido votar la Constitución Española lo que dificulta, a su juicio, que pase la "ITV" de las generaciones más jóvenes por lo que insiste en esa reforma "en profundidad, valiente e imaginativa", especialmente en lo relativo al modelo territorial pero sin caer en el "estilo de los modernos izquierdo-populistas, tan sobrados de narcisismo juvenil como de hemiplejia ideológica, y tan poco respetuosos con las instituciones democráticas que podrían pretender una reforma a base de tuits encadenados".
En su opinión, debe ser una "reforma seria" en la que se incorporen nuevos derechos civiles, la igualdad femenina en la sucesión de la Corona, la sociedad digital, nuevas formas que mejoren la participación, medidas de regeneración democrática y calidad de la política y algunas reivindicaciones del movimiento 15-M pero centrada en el modelo territorial.
"Ante este reto, pueden renacer viejos deseos reprimidos y surgir otros nuevos, alimentados en los últimos años, que emerjan como tentaciones al abordar la reforma", advierte el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, en referencia al "síndrome de la papelera de reciclaje" que lleva a sustituir un texto por otro y escenificar "la muerte del padre", según la figura metafórica freudiana.
Para De Santiago-Juáez, la segunda tentación es el "síndrome del salto al vacío" y consistiría en cambiar el modelo de Estado para pasar de una monarquía parlamentaria a un Estado republicano para satisfacer a "ciertos nacionalismos, a los nuevos partidos de izquierdas y a algunos sectores de la izquierda tradicional" e incluir la "idea obsesiva" de la autodeterminación de una parte del territorio, "cuestión esta que es difícil encontrar en alguna Constitución escrita", aclara.
La tercera tentación o "síndrome de la vuelta al pasado" sería dar un giro al modelo territorial y apostar decididamente por una recentralización lo que vaciaría de contenido competencial a las comunidades, "el chivo expiatorio perfecto" en los años de la crisis según ha lamentado. "Esto sería para algunos un retorno de deseos reprimidos en el inconsciente", insiste.
Según explica, la cuarta tentación o "síndrome del hijo pródigo", podría consistir en ampliar privilegios a algunas comunidades, especialmente a las denominadas históricas, con la "falaz idea" de avanzar hacia un modelo de federalismo asimétrico o un modelo confederal, "que lo único que nos traería serían desigualdades y desequilibrios entre territorios y una pseudosatisfacción temporal de los nacionalismos".
En su opinión, el "mal denominado Estado plurinacional" tampoco solucionaría las cosas desde el convencimiento de que un Estado democrático es un Estado de ciudadanos libres e iguales en derechos y obligaciones y no de naciones. "Es evidente que un principio básico del federalismo es la igualdad de todos los entes que lo componen", defiende a este respecto.
La quinta tentación o "síndrome de la resistencia al cambio" a la que se refiere De Santiago-Juárez consistiría en tratar de minimizar la reforma territorial tras haber "descubierto" el artículo 155, l que convertiría una "medida de protección" del modelo territorial y de la democracia, en "una especie de airbag de seguridad máxima, en una amenaza ("el aviso a navegantes")".
"Se trataría de convertir la culpa del otro en beneficio del inmovilismo y dejarlo todo como está. Otra excusa para el inmovilismo podría ser la búsqueda de un respaldo como en 1978, asunto que en la actualidad no nos debe obsesionar aunque haya que intentarlo, pues será difícil alcanzar simplemente los apoyos imprescindibles", aclara.
La sexta tentación o "síndrome nominalista" consistiría en poner nuevos apellidos al modelo territorial que puedan dar lugar a confusión y recuerda al respecto que el actual Estado autonómico es un Estado federal por lo que se pregunta para qué cambiarle el nombre. "Es tan Estado federal como el que más y tan diferente a los otros como los otros lo son entre sí. Además, es la historia de un éxito que ha contribuido a la modernización de España y a la creación de un envidiado Estado de bienestar", asevera.
LA PORTAVOZ DEFIENDE UNA VOZ "ACREDITADA"
Preguntada por el contenido de este artículo de opinión, la portavoz de la Junta, Milagros Marcos, ha recordado que el vicepresidente del Gobierno de Castilla y León es una voz "autorizada y más que acreditada" para hablar sobre la Constitución Española que "conoce muy bien".
La portavoz ha abogado en todo momento por la necesidad de iniciar este proceso "complejo" con "calma" y desde un debate "tranquilo y sosegado" ya que es uno de los temas "más importantes" que marcará el futuro del país. En este sentido, ha recordado también que el objetivo claro es la unidad de España.