VALLADOLID, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Segovia se situó al cierre del pasado año entre las provincias más rentables para el alquier de viviendas, con una tasa del 6,61 por ciento, tras Lérida, Toledo y Valencia, según datos del IV Solvia Market View 2019 recogidos por Europa Press.
De acuerdo con este informe, el precio del alquiler presentó una tasa de evolución anual a nivel nacional del 2,4 por ciento en 2019 y a lo largo de este año se verá como los alquileres se estabilizarán en torno a los niveles actuales de nueve euros por metro cuadrado.
Pese a esta estabilización en el precio, la rentabilidad media del alquiler al cierre de 2019 se ha situado en torno al siete, un punto porcentual más de lo que se registró en 2018.
Ciudades como Lérida (7,97 por ciento), Toledo (7,47 por ciento), Valencia (6,65 por ciento) y Segovia (6,61 por ciento), han presentado mayor rentabilidad a cierre de 2019. Esto se debe, a juicio de Solvia, a que en estas ciudades "todavía se pueden adquirir inmuebles a precios económicos" y, por su localización, "el alquiler es una buena opción a la hora de sacarle rendimiento a la inversión".
En contraposición se sitúa Barcelona como la provincia que cuenta con menor rentabilidad ante los altos precios de compraventa con los que cuenta la Ciudad Condal.
En relación con la demanda del alquiler, durante 2019 se firmaron 500.000 contratos, gracias a que la demanda "sigue siendo muy elevada", a pesar de que el mercado "no puede absorber mayores subidas en las rentas". Sin embargo, hay provincias donde los precios aún tienen recorrido como es el caso de Lérida (doce por ciento), Huesca (once por ciento) o Soria (siete por ciento).
LICENCIAS DE CONSTRUCCIÓN
El 2019 se caracterizó por una mayor actividad promotora y dinamismo a la hora de conseguir licencias de construcción, cerrando el año con 110.000 viviendas visadas, una cifra once por ciento superior que en 2018. Esto se debe al alto interés de la demanda por la oferta de vivienda nueva, especialmente en las grandes ciudades españolas, como son Barcelona y Madrid, que aglutinaron el 31 por ciento de las licencias de construcción, seguidas de Málaga (seis por ciento) y Valencia (cinco por ciento).
La capital española es donde más viviendas se visaron, con un total de 8.000 inmuebles. Por su parte, en la Ciudad Condal se registraron 4.000 licencias. En el resto de las grandes provincias españolas como Málaga, Valencia, Sevilla o Zaragoza se concentraron el 48 por ciento de los visados.
Respecto al precio de obra nueva, los datos que reflejan el IV Solvia Market View 2019 muestran que existe un crecimiento anual del cinco por ciento respecto al año anterior, situándose el precio medio en 2.200 euros por metro cuadrado, aunque se observan grandes diferencias entre provincias, como es el caso de Guipúzcoa, Islas Baleares y Barcelona que siguen liderando el ranking superando los 3.200 euros por metro cuadrado.
Actualmente, la oferta residencial en España tanto en compra como en alquiler se sitúa en 3.173.300 inmuebles, de los cuales un 80 por ciento representa el mercado de compraventa, centrando la mayor cantidad en las grandes provincias españolas: Barcelona (15 por ciento), Madrid (once), Alicante (ocho), Valencia (ocho) y Málaga (siete por ciento).
En cuanto a la tipología de vivienda, la demanda prefiere obra nueva respecto a obra de segunda mano, no obstante, esta demanda se ve condicionada por la escasez de oferta de viviendas de nueva construcción.
Por su parte, en el cuarto trimestre de 2019 se tardó una media de seis meses en vender una vivienda, siendo Madrid, Álava, Málaga y Barcelona, las provincias en las que se cierran con mayor celeridad las operaciones inmobiliarias, entre dos y tres meses. Por el contrario, en provincias como Orense, Cantabria y León se puede llegar a tardar una media de doce meses.
Respecto a las grandes ciudades, la ciudad de Madrid sumó la mitad de las transacciones realizadas en la Comunidad (53 por ciento), gozando de una gran liquidez y registrando el plazo de media en venta de un inmueble no superior a los dos meses y medio. Por su parte, la ciudad de Barcelona ha mostrado signos de "agotamiento" en el dinamismo de mercado y liquidez, situándose entre los cinco y seis meses.