ÁVILA, 6 May. (EUROPA PRESS) -
Un agente de la Guardia Civil de Ávila podrá contar con jornada reducida con un turno fijo para poder atender a sus dos hijos menores, según una decisión judicial.
La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) ha informado que la magistrada del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Ávila ha estimado el recurso presentado por un agente que había solicitado la reducción de su jornada laboral, con la pérdida proporcional de su salario, en horario de mañana para poder atender a sus dos hijos menores.
La sentencia de la magistrada impugna la resolución que había tomado el General Jefe de la Zona de Castilla y León en la que se concedía al guardia civil la reducción solicitada, pero se le negaba al recurrente la posibilidad tener una jornada fija de 8:30 a 13:30, con la que podría conciliar su vida laboral y familiar.
La jueza estima que al pertenecer su puesto a un núcleo operativo si puede disfrutar de un turno fijo de mañana y descansar los fines de semana.
Por el contrario la Guardia Civil aducía para denegar este derecho que el puesto en el que presta servicio el agente sólo tiene seis componentes impidiéndole, por tanto, tener el turno fijo que reclamaba, según la asociación.
La jueza considera que el hecho de que el puesto forme parte de este nuevo modelo de trabajo en la Guardia Civil, los núcleos operativos -varios puestos ordinarios se unen para poder sacar patrullas en todos los turnos- permite que el agente pueda tener el horario solicitado porque no supone ningún perjuicio al servicio.
Para la AEGC, la sentencia es "un triunfo para la conciliación de la vida laboral y familiar de los trabajadores de la Guardia Civil".
Si bien a los guardias se les reconoce su derecho a disfrutar de la reducción de la jornada laboral para poder atender a sus hijos menores o a familiares mayores, "esta carece de total sentido porque siguen teniendo que prestar servicio en todos los turnos, eso sí, sin parte de su salario".
Consideran que debe a "un despropósito que se mantiene por el despliegue territorial decimonónico de la Guardia Civil, que no sólo es poco operativo para la demanda de seguridad de la sociedad del siglo XXI, sino que además es incompatible con la conciliación laboral y familiar de los trabajadores de esta institución".
El ejemplo son "puestos con apenas diez agentes que sólo pueden dar servicio en horario de oficina como si los delincuentes operaran en un horario fijo y que impiden convertir a la Guardia Civil en una policía moderna".