VALLADOLID 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, ha expresado su respeto a las decisiones judiciales en el caso abierto contra un funcionario de su departamento por prevaricación por omisión en relación a un expediente sobre siete balsas de residuos contaminantes de la antigua fábrica de fertilizantes Nitratos de Castilla (Nicas) en Valladolid.
Silván, que ha presentado la plataforma de pago online para las licencias de caza y pesca, ha mostrado su "absoluto respeto" a las decisiones que se tomen, al tiempo que ha recordado que la obligación del sellado de este tipo de balsas corresponde a la empresa.
El consejero ha recordado que se trata de un expediente de 2006 que se encuentra abierto y ha eludido pronunciarse sobre el asunto y ha insistido en que esperarán a las decisiones judiciales que se tomen.
Antonio Silván se ha expresado así al procedimiento que se sigue en el Juzgado de Instrucción Número 4 de Valladolid contra el jefe del Servicio de Control de la Gestión de los Residuos de la Consejería, Agustín Barahona Martín, por prevaricación por omisión al retrasar la limpieza de las balsas con residuos de hidrocarburos desde el año 2006, según la información de la Cadena Ser recogida por Europa Press.
APERTURA DE EXPEDIENTE
Un año después de las primeras gestiones ante la Junta de Castilla y León, el 19 de junio de 2007 la empresa Nicas entregó a la Junta una documentación en la que ponía en conocimiento la existencia de un vertido de "residuos contaminantes por hidrocarburo, con riesgo para la salud de las personas y los ecosistemas".
Además, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) también certificó la denuncia. En agosto de 2007, la empresa llegó a ser sancionada por la Confederación Hidrográfica del Duero por estimar que las balsas se encontraban sin ninguna medida correctora de impermeabilización.
Sin embargo, el jefe de servicio, a pesar de conocer la situación, dejó transcurrir el tiempo, más de cuatro años, sin adoptar ninguna medida cautelar sobre los vertidos el 20 de octubre de 2011.
Uno de los puntos de inflexión del proceso se produjo hace dos años por un accidente, ya que el 7 de septiembre de 2011 una moto ocupada por dos personas se hundió en el fango , en una de las balsas pendientes de limpiar. Es decir, que las balsas de residuos peligrosos seguían abiertas, sin sellar.
El informe del Seprona indica que "los residuos detectados estaban produciendo un daño o deterioro grave para el medio ambiente y un peligro grave para la salud de las personas, así como un potencial peligro para la flora autóctona".