El vallisoletano se dio a conocer como novelista con esta obra que ganó el Premio Nadal en 1947
VALLADOLID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
La cuarta edición del célebre Premio Nadal sirvió, en 1947, para dar a conocer como novelista a un joven catedrático de Derecho Mercantil, caricaturista y crítico cinematográfico, el vallisoletano Miguel Delibes, quien debutaba en la literatura con 'La sombra del ciprés es alargada', un trabajo que aborda, como repetirá en posteriores títulos, las ideas de la infancia y la muerte.
Casado con Ángeles de Castro un año antes, en 1947 nació Miguel, el primero de los siete hijos de la pareja, por lo que en ese año cumplió con dos de los requisitos que, según la popular frase cuya autoría genera controversia --algunos la atribuyen al profeta Mahoma y otros al poeta cubano José Martí-- en la vida hay que escribir un libro, tener un hijo y plantar un árbol.
Árbol que, al menos, está presente en el titular de la novela, aunque en este caso la alargada, cuando no afilada, sombra del ciprés sirve para representar a la muerte, muy presente en la obra.
Tras imponerse en el Nadal, el promotor del certamen, el semanario y sello editorial Destino, publicó esta novela en 1948, la cual el escritor --cuyo centenario se conmemora este 2020-- dedicó a su primogénito, su esposa y sus padres, María Setién y Adolfo Delibes.
El protagonista y narrador de 'La sombra del ciprés es alargada' es Pedro, quien tras quedar huérfano, es confiado al señor Lesmes, un profesor destemplado y violento cuya filosofía de vida se circunscribe a desconfiar y desligarse de los sentimientos y de los afectos para no verse expuesto a perder lo que se ama.
Precisamente eso es lo que ha sufrido Pedro, a quien la muerte le quitará a Alfredo, su amigo íntimo, y más tarde a la mujer de la que se enamora. Es aquí donde la sombra del ciprés juega el papel de la parca para apropiarse del rol protagónico, además del ánimo de los demás personajes de la novela.