BURGOS, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha denunciado al responsable de una explotación ganadera ovina, ubicada en el Alfoz de Burgos, al detectar numerosas infracciones contra Ley de Sanidad Animal, la Ley de Patrimonio, la Ley de Aguas, la Ley de Caza, la Ley de Medicamentos, la Ley de Licencia Ambiental, la Ley de Bienestar Animal y a la Ley de Animales de Compañía.
Días atrás, la Comandancia de Burgos recibía un anónimo que alertaba sobre la pésima y precaria situación de muchos de los animales que se encontraban en una determinada granja del Alfoz de Burgos; revelaba las malas condiciones higiénico-sanitarias de la finca, con montañas de estiércol y charcos de orines entre los que vivían los animales, mal atendidos y descuidados.
El Seprona se hizo cargo de las actuaciones y rápidamente llevó a cabo una pormenorizada y profunda inspección a las instalaciones para verificar la información y descartar, en su caso, posibles casos de maltrato animal, dejadez en los cuidados, falta de sanidad animal o cualquier otra anomalía que pudiera suponer una infracción a la normativa vigente o al Código Penal.
En presencia del responsable de la finca se recorrieron los distintos rincones de la parcela y se pudieron corroborar, a primera vista, muchas de las impresiones descritas por la persona comunicante, según informaron a Europa Press fuentes del Instituto Armado.
El número de animales allí instalados excedía el máximo autorizado; los tres perros no tenían administradas las vacunas obligatorias y estaban atados con correas de longitud insuficiente; se hallaron catorce perdices en cautividad y enjauladas sin haber obtenido el permiso necesario, además de otras especies como gallinas, palomas y pavos reales, dos hurones alimentados con restos de animales y tenencia de medicamentos sin receta veterinaria.
Por otra parte, se descubrió la construcción de un pozo para extracción de agua, sin haber obtenido previamente la debida autorización de la confederación hidrográfica correspondiente. También se detectaron cuatro jaulas trampa, una de ellas permanecía activada.
Al no poder justificar su lícita posesión -ya que la simple tenencia constituye una irregularidad, al tratarse de un arte prohibido de caza por ser un medio no selectivo y masivo de captura de animales-, fueron aprehendidas.
Se ha levantado acta de todas ellas las irregularidades halladas, al ser constitutivas de infracción a la normativa autonómica y también estatal, y se han puesto en conocimiento de las administraciones correspondientes.
El Seprona realizará más visitas a la explotación ganadera para comprobar que se ha revertido la situación y que no se reiteran las mismas conductas.