Un total de 57.600 alumnos de Infantil y Primaria inicia el nuevo curso en los centros de Escuelas Católicas de CyL

VALLADOLID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un total de 57.613 alumnos de las etapas de Infantil, Primaria y Educación Especial ha regresado este lunes a las aulas de los 183 centros concertados pertenecientes a Escuelas Católicas de Castilla y León para comenzar el curso 2017-2018

El próximo 18 de septiembre se sumarán a las aulas las etapas de Educación Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional. En total, los centros de Escuelas Católicas Castilla y León acogerán este curso a 99.900 alumnos, una cifra que supone el 27,5 por ciento de representatividad en la educación de la Comunidad, según ha indicado Escuelas Católicas a través de un comunicado remitido a Europa Press.

En Valladolid, los 44 centros concertados de la red de Escuelas Católicas de Castilla y León han abierto sus puertas a 27.063 niños. Es la provincia de la comunidad autónoma que cuenta con más alumnos divididos entre los centros de la capital (39), Peñafiel (1), Medina del Campo (2), Tudela de Duero (1) y Medina de Rioseco (1).

El secretario autonómico de Escuelas Católicas Castilla y León, Leandro Roldán Maza, ha inaugurado el curso escolar con la visita al Colegio Nuestra Señora del Pilar de Valladolid. Allí, Roldán Maza ha recalcado que este curso será "crucial" ya que todos esperan que el trabajo político termine con un "gran pacto social por la educación".

Escuelas Católicas "volverá a defender" este curso el modelo de conciertos educativos como "garantía de libertad" de elección de educación de las familias y trabajará para contribuir a la "excelencia pedagógica" de las instituciones y centros educativos, ha añadido su secretario autonómico, según ha subrayado.

Asimismo, Leandro Roldán ha defendido el modelo educativo común que comparten todos los centros de Escuelas Católicas en Castilla y León, un proyecto "unitario" que "mantiene su apuesta por la educación integral de los alumnos, por una educación en valores sustentada en una atención individualizada" y un seguimiento "constante" de cada niño a través de una formación cristiana "abierta" que aportará "sentido vital" y "humanidad" a cada persona.