VALLADOLID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha rebajado la condena a Alejandro GE, más conocido como el 'Rine' e integrante de la Banda del BMW, de seis años y dos meses de cárcel a dos años y cuatro meses que le fueron impuestos por su "temeraria" huida en coche protagonizada el 15 de noviembre de 2019 al volante de un 320 de dicha marca.
En su sentencia, la Sala de lo Civil y Penal del TSCyL, con sede en Burgos, estima así el recurso contra el fallo anterior de la Audiencia de Valladolid interpuesto por el defensor del condenado en el que había pedido su absolución del delito de atentado a agentes de la autoridad con uso de instrumento peligroso--le habían impuesto tres años y diez meses de cárcel--.
Ahora, el TSJCyL justifica la absolución con respecto a este delito en que dicha acción "no integra el concepto de acometimiento que implica embestir con ímpetu o ardimiento, ya que la acción de tirar la maza no va dirigida directamente ni contra los agentes policiales ni contra el vehículo policial".
Sin embargo, el fallo del Alto Tribunal castellanoleonés mantiene intacta su pena global de dos años y cuatro meses de cárcel para 'Rine' por un delito de conducción temeraria y otro de conducción sin permiso, a razón de un año y ocho meses de prisión por el primero y otros ocho meses por el segundo, según la información del TSJC recogida por Europa Press.
Fiscalía había mantenido para el acusado cargos por los dos citados delitos y también por el de conducción temeraria, ahora anulado por el TSJ, por los que había solicitado globalmente una condena de siete años y nueve meses de cárcel y privación del derecho a conducir durante seis años.
Y es que el acusador público consideraba probado que la madrugada del 15 de noviembre de 2019 'Rine' era perfecto conocedor de que estaba siendo objeto de una persecución por parte de un vehículo camuflado de la Policía Nacional y, sin embargo, no paró y circuló a 200 kilómetros durante más de 50 kilómetros, "con desprecio para la vida de los agentes perseguidores y de otros usuarios de la vía
"El coche policial había activado el rotativo de señales luminosas y la sirena y pese a ello el acusado no se detuvo y condujo de forma temeraria, esquivando a otros coches y camiones y con desprecio para la vida de sus perseguidores y de otros usuarios de la vía al arrojar una maza de grandes dimensiones por la ventana del vehículo", censuró el fiscal, quien añadió que si no fuera por la larga lista de antecedentes del 'Rine' cabría una mínima duda sobre la posibilidad de que el procesado no se percató de que estaba siendo perseguido por la policía.
"TEMÍ POR MI VIDA"
Al menos esa fue la versión ofrecida por 'Rine', quien alegó que aquella madrugada circulaba con su coche tranquilamente y de repente se encontró con dos turismos tras él a toda velocidad que "se estaban empujando en medio de humo y luces azules, de ahí que, como así indicó, optó por pisar el acelerador de su BMW y seguir por distintas carreteras hasta que finalmente, a la altura de Simancas, colisionó con violencia con un camión y puso así fin a su 'carrera'.
"No sabía que uno de los coches era de la policía, pensé que los dos vehículos estaban compitiendo. Yo temí por mi vida y por eso no paré. Sí, iba rápido", mantuvo el 'Rine', quien negó haber arrojado objeto alguno a los agentes y explicó que tras el impacto y quedar su coche empotrado entre un camión y la mediana de la carretera fue sacado del BMW por los policías, pero sin que opusiera resistencia.
Frente a su versión de lo ocurrido aquella noche, los agentes que participaron en el operativo, sobre todo la pareja que inició la persecución a bordo de un coche camuflado, aseguraron que 'Rine' era perfecto conocedor de que estaba siendo perseguido por la Policía Nacional porque durante todo el trayecto activaron los rotativos lumínicos y acústicos.
La persecución su produjo cuando la citada patrulla, en servicio preventivo aquella noche a raíz de distintos robos en gasolineras durante los días anteriores, detectaron un Seat León rojo sospechoso que circulaba hacia Fuensaldaña y presenciaron cómo en un momento dado se detenía en el arcén, donde se encontraba parado el BMW 320 negro del ahora acusado, "como si los conductores de ambos coches se estuvieran esperando", recordó la agente que iba de copiloto en el vehículo policial.
Una vez comprobado que el Seat León figuraba como sustraído días antes en un pueblo de Burgos y dado que era el modelo de coche utilizado en los robos cometidos en las gasolineras, comenzó la persecución policial de los dos vehículos en cuyo transcurso los policías perdieron de vista al primero, tras tomar éste la salida hacia Zaratán, y continuaron tras el BMW, si bien poco después el conductor del coche robado volvió a aparecer, adelantó a los agentes por la derecha y se interpuso entre ellos y el turismo de 'Rine' tratando de obstaculizar su detención.
La agente de la policía que iba de copiloto en el coche camuflado ha relatado que fue entonces cuando desde el Seat León, antes de que este vehículo volviera a desaparecer, les arrojaron polvo de un extintor y pese a ello no cejaron en la persecución del BMW, cuyo conductor les lanzó entonces una maza de grandes dimensiones que tras impactar en el suelo golpeó en el vehículo patrulla.
"SI NOS DA DE LLENO NO SALIMOS DE ALLÍ"
"¡Menos mal que primero la maza dio en el suelo porque si nos da de lleno no salimos de allí!", advirtió la policía, quien también apostilló que si finalmente se centraron en el BMW y no en el Seat León fue porque la maniobra de evasión del conductor de este último al tomar la salida de Zaratán fue tan violenta y a tanta velocidad que les hizo imposible seguirle. "¡De haber tomado la misma salida, hoy no estoy aquí porque íbamos a 200 kilómetros por hora!", justificó la testigo.
Pese a lo declarado por los agentes perseguidores, la defensa del 'Rine' entendía que su cliente tan solo cometió aquella noche un delito por conducir sin carné, merecedor de una mera multa, y otro delito por arrojar un objeto a la carretera y poner en riesgo a los usuarios de la vía, pero en ningún modo los delitos de conducción temeraria y de atentado que le imputaba el fiscal del caso y por los que fue finalmente condenado en primera instancia.
El defensor recriminó también al acusador público durante el juicio por "magnificar los hechos" y elevar las penas aprovechando los antecedentes penales de su cliente. "Como tiene una ristra de dieciséis hojas de antecedentes...", concluyó el abogado del 'Rine'.