UPA-COAG califica el año agronómico como "malo" por la sequía, la subida de costes y la actitud de las administraciones

VALLADOLID, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Alianza UPA-COAG ha calificado el año agrícola y ganadero en Castilla y León como "malo" y afrontan un año 2023 con "incertidumbre" debido a factores como el cambio climático, por la tardanza de las administraciones a la hora de disponer las ayudas, por la entrada en vigor de una PAC que no "gusta" y con una subida de los costes de producción como consecuencia de la pandemia y de la guerra de Ucrania que generado una caída de la renta agraria del 5,5 por ciento.

El secretario general de UGAL-UPA, Aurelio González, ha explicado en rueda de prensa que la sequía de este año ha generado una "situación límite", que se ha unido a las consecuencias de los incendios forestales de este verano y una "mala cosecha en general", en un año marcado por el incremento de costes como del 34 por ciento en el caso de los piensos, el 90 por ciento en los carburantes o del 150 por ciento en los fertilizantes.

Del mismo modo, ha reclamando una "mejora en la interlocución" con las administraciones, en concreto con la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, dirigida por Gerardo Dueñas (Vox), que ha "reaccionado tarde y mal" a los problemas que han padecido este año agricultores y ganaderos, como en las ayudas tras los incendios forestales que han asolado este año a varias zonas de la Comunidad.

"No se han dignado ni en ir a las zonas afectadas", ha criticado Aurelio González, que ha señalado también al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, dirigido por Luis Planas, que "no ha entendido la posición de agricultores y ganaderos" y "dejaba fuera de las ayudas" por la crisis de los precios a sectores como el porcino, el vacuno o la apicultura. "Hemos tenido que trabajar y pelear para que se ponga dinero y estamos esperando a que empiecen a pagar", ha sentenciado.

DAÑOS DEL LOBO

Además, ha denunciado que se ha "utilizado" a los trabajadores del campo "para otras guerras", como es el caso de la polémica en torno al lobo, con un enfrentamiento abierto entre el Gobierno de España y la Junta de Castilla y León, que está mostrando "cabezonería de no pagar las ayudas". "Hemos conseguido que la Consejería retomara la promesa de no dejar desamparados a los ganaderos y asumiera los daños al norte del Duero. Ahora, al Ministerio de Transición Ecológica pedimos que trabaje con nosotros en la normativa que haga que esto sea algo más gestionable".

Con respecto a la normativa de bienestar animal recientemente aprobada por el Gobierno de España, desde la Alianza UPA-COAG han aplaudido que "de momento" no se contemple en la protección de los animales a los "perros de trabajo" porque se trata de una ley que regula "a los perros de ciudad y a los gatos de compañía".

RECORTES A LAS OPAS

No obstante, Aurelio González confía en que el próximo año la situación "tiene que cambiar" y espera que "tiene que ponerse a funcionar mejor la representación de las organizaciones agrarias con la Junta de Castilla y León", debido a la "desaparición" de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, que "sólo ha aparecido" para aplicar un recorte del 30 por ciento a las ayudas a las opas, una financiación que se les otorga en función de su "trabajo" con los profesionales del sector.

"Es muy importante de cara a la campaña que viene decir que vamos a mejorar la situación de la agricultura y de la ganadería. Lo importante es saber quién la va a ejercer y vamos a conseguir que la agricultura y la ganadería la hagamos los trabajadores profesionales", ha sentenciado el ecretario general de UGAL-UPA".