María Bolaños cuestiona el empeño por los "números redondos" para recordar a figuras literarias, 401 años después de la muerte del autor
VALLADOLID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
Valladolid ha celebrado un año más que Cervantes "no murió en 1616", a pesar de su fallecimiento en abril de aquel año, dada la "trascendencia y actualidad" de su obra, como prueban actos como el desarrollado este martes en la casa vallisoletana donde vivió el autor del Quijote, al que ha acudido la Corporación Municipal acompañada de otras autoridades y miembros del mundo de la cultura local.
Así lo ha defendido en su discurso la directora de la Casa Museo de Cervantes en Valladolid, María Bolaños, quien ha insistido en que el escritor "seguía vivo en 1617 y en 2017".
En su intervención, Bolaños ha defendido la reivindicación de Cervantes en el 401 aniversario de su fallecimiento y se ha cuestionado el empeño, heredado de la secularización del calendario a manos de los ilustrados, por los aniversarios "redondos" sobre el resto --precisamente cuando Valladolid recuerda el bicentenario del nacimiento de José Zorrilla--.
Asimismo, ha defendido como "el mejor género literario" la "novela moderna" inventada por Miguel de Cervantes con el Quijote, al tiempo que se ha referido al último Premio Cervantes, Eduardo Mendoza, como un autor "muy cervantino" tanto en sus personajes y en la "poca importancia que se da".
Por su parte, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha ironizado con la crítica de Bolaños a los centenarios para reivindicar la figura de Zorrilla, que ha enlazado con Cervantes al recordar que cuando se pudo confirmar que el escritor alcalaíno había vivido en la casa que hoy alberga su museo, el vallisoletano acababa de regresar a Madrid tras una larga estancia en México y ha subrayado su carácter "crítico" con la sociedad del momento a través de sus versos.