LEÓN, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los últimos acusados de vender el arma utilizada en el crimen del exboxeador leonés, Roberto Larralde, han coincidido esta tarde al asegurar, durante el juicio con jurado que se sigue en la Audiencia de León, que el presunto autor material, José Ramón Vega, "haría cualquier cosa por dinero".
Para ambos acusados, Antonio Gabarri y Adrián Martínez, el fiscal pide dos años de cárcel por presunto delito de tenencia ilícita de armas, reconocido por ambos, a los que la acusación particular suma otros 25 por su colaboración en el asesinato de Roberto Larralde, imputación esta última rechazada por los aludidos.
El primero de ellos, Antonio Gabarri, quien ha reconocido la venta del arma a José Ramón Vega por 700 euros, ha explicado que la misma se realizó "a primeros del mes de marzo", así como que Adrián se la entregó "a finales del mes de febrero" en pago de una deuda a la que no podía hacer frente.
"UN HOMBRE DE SANGRE FRÍA"
En su declaración, Gabarri sostiene que conocía al presunto autor del crimen, José Ramón Vega, quien se ofreció "dar una paliza" al exmarido de su actual pareja a cambio de dinero, lo que le hace sospechar de que "se lo ofrecería a más gente" porque "es un hombre de sangre fría".
Sin embargo, Gabarri ha alegado que en el momento de la venta nunca tuvo en su mente que "con el arma se iba a cometer un crimen, porque en ese caso no merecía la pena cobrar esos 700 euros" y menos para "matar a un conocido" suyo, Roberto Larralde.
Para el acusado, el fallecido era "un chico sano, buena persona, que de lo bueno que era llegaba a ignorante, ya que confiaba en cualquiera que le diera confianza y tenía muy bien corazón", y al que, según ha afirmado Gabarri, "Ramón faltaba mucho al respeto".
Asimismo, Gabarri ha recordado que en uno de los traslados del centro penitenciario de Mansilla de las Mulas a los juzgados de León coincidió en el furgón policial con los también acusados Carlos Heli, Julio López y José Ramón Vega.
En dicho traslado, Gabarri manifiesta que presenció una conversación en la que Julio López, amante de la viuda de Larralde, ofrecía "200.000 ó 300.000 euros a José Ramón Vega por comerse el marrón", mientras que éste se negaba porque "esto vale mucho más".
Por su parte, el segundo de los implicados en la venta del arma, Adrián Martínez, ha reafirmado la versión de Gabarri al asegurar que se la dio en pago por una deuda de 700 euros y que éste, posteriormente, se la vendió a José Ramón Vega por ese mismo importe.
Según el testimonio realizado este miércoles por Adrián Martínez, éste viajó una vez a Segovia acompañado de José Ramón Vega, Roberto Larralde y una cuarta persona en cuyo trayecto se toparon con un control policial y, en el momento en que un policía dio el alto al coche, el segundo de ellos, desenfundó el arma y le pidió que se apartara porque iba a disparar a los agentes, con lo que ya pudo comprobar entonces que se trataba del arma que él había entregado a Gabarri meses antes.
Para Martínez, José Ramón Vega es "una persona que por dinero mataría a cualquier persona y de la que se puede esperar cualquier cosa".