Benítez (Federación Española del Vino): "No hemos sabido vender. Nos hemos conformado con precios bajos"
BARCELONA, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Barcelona Wine Week (BWW) escala a nivel internacional y ya se compara con otras ferias consolidadas como la de Düsseldorf (Alemania), han asegurado este martes el presidente del salón, Javier Pagés, y la directora del Icex, María Naranjo, que han anunciado que se trabaja en una ampliación expositiva para la próxima edición.
Ambos han hecho balance de esta cuarta edición de la feria, que comenzó el lunes y finaliza el miércoles en el recinto Montjuïc de Fira de Barcelona, y que ha tenido picos de visitantes de hasta 7.000 el primer día, han explicado en un encuentro con periodistas.
En esta edición han recibido 650 compradores internacionales procedentes de 60 países presentes en la BWW, un 6% respecto a 2022.
"El vino español sigue escalando, pero tenemos un recorrido grande por hacer. Estamos mejor a nivel internacional, tenemos vinos considerados los mejores del mundo", ha sostenido Pagés.
Aunque la feria no está especializada en enoturismo, Pagés ha aludido a la importancia del sector en el fomento de un turismo de calidad: "Cuando el turismo viene a España, va a buscar esos vinos de alta calidad, que poco a poco van a ser reconocidos".
ESTADOS UNIDOS Y UZBEKISTÁN
Naranjo se ha referido al aumento de la proyección internacional de la BWW, una feria "joven" pero que ya se compara con la ProWein de Düsseldorf (Alemania), y ha añadido que Estados Unidos y Uzbekistán son los nuevos mercados a explorar por los vinos españoles.
"Nos comparamos con ella (ProWein), que tiene un historial, en volumen de expositores", ha dicho la directora del Icex sobre la BWW.
De hecho, la feria barcelonesa ha contado en esta edición con 952 bodegas y tiene lista de espera, ya que hay expositores que antes no acudían y ahora sí lo hacen.
El director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, ha asegurado que en el sector se conoce a los "compradores de pata negra" que antes rehusaban acudir a la feria barcelonesa, aunque considera que España debe mejorar la imagen de sus vinos.
"Quizá no hemos sabido vender. Nos hemos conformado con precios bajos", ha dicho Benítez, que ha coincidido con Naranjo y Pagés en que el objetivo ahora es el crecimiento de la Barcelona Wine Week y que se garantice tanto la excelencia y la calidad como el retorno de la inversión.
Aunque el deseo de los organizadores es aumentar la capacidad expositiva --actualmente es de 7.200 metros cuadrados--, su voluntad es mantener la feria en el recinto de Montjuïc.