BARCELONA 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
El 14% de las personas mayores de 65 años de Europa tiene discapacidad, con mayor prevalencia en el este y menor en los países nórdicos, según un estudio de investigadores de la Universitat de Vic-Universitat Central de Catalunya (UVic-UCC).
El trabajo, que publica la revista 'Plos One', analiza a 33.369 personas de 65 a 84 años de 17 países europeos, a partir de datos proporcionados por el estudio poblacional 'Survey of Health, Ageing and Retirement in Europe', ha informado este martes la universidad en un comunicado.
El objetivo de los investigadores, liderados por Javier Jerez Roig, era identificar la prevalencia de la discapacidad en mayores de 65 años y detectar qué diferencias existen en el perfil de estas personas en función de la región de Europa a la que pertenecen, dividiendo Europa en las áreas de países nórdicos, Europa central, Europa del este y países del sur.
Los países del este son los que presentan una prevalencia de discapacidad más alta, con un 16,6%, seguidos de los del centro de Europa, con un 13,6%, y los del sur, con el 13,1%.
Los nórdicos --Dinamarca y Suecia-- son los países que presentan menor proporción de discapacidad entre ancianos, con un 9,4%, aunque otros países como Suiza, Austria y Grecia tienen algunos de los porcentajes más bajos.
Polonia, Estonia, República Checa, Bélgica y Portugal obtienen los porcentajes más elevados, y en los casos de Italia y España, la prevalencia de discapacidad es baja en la franja de edad de 65 a 74 años, pero se incrementa a partir de esta edad, sobre todo entre las mujeres.
La región del este obtiene los peores resultados para la mayoría de variables estudiadas, seguida de la región sur donde, y especialmente en España, los resultados son en general peores en las mujeres.
Por contra, los países nórdicos presentan el perfil más ventajoso en todas las variables, excepto en el hábito de fumar y en el consumo de medicamentos, y ven reducidas las diferencias por género.
PAÍSES DEL SUR
En los países del sur, el estudio detecta que las personas con limitaciones funcionales tienen un menor nivel educativo, tres veces más bajo que en los nórdicos, viven más en ámbitos urbanos que rurales, son físicamente más inactivas y padecen más problemas psicológicos y cognitivos.
También están menos conformes con el sistema de salud pública de sus países que en ninguna otra región, y es el área donde más personas manifiestan no poder visitar al médico por motivos económicos o a causa de las listas de espera, pese a que presentan los niveles más bajos de hospitalización.