La percepción de la corrupción fue de 71,9% en 2018 y 82,3% en 2014
BARCELONA, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
El director de la Oficina Antifrau de Catalunya (OAC), Miguel Ángel Gimeno, ha constatado la tendencia a la baja de la percepción de la corrupción de los catalanes, y ha explicado que este año un 67,2% de los catalanes "cree que hay mucha o bastante corrupción", mientras que en 2018 era de un 71,9%, y en 2014 de un 82,3%.
Así se desprende de los resultados del barómetro 2020 'La corrupción en Catalunya: percepciones y actitudes ciudadanas' que ha presentado Gimeno de forma telemática este miércoles, coincidiendo con el Día Internacional contra la Corrupción, que se celebra cada 9 de diciembre.
El director de Antifrau ha explicado que el barómetro, que se realiza cada dos años desde 2010, recoge datos "sobre la percepción de la corrupción en Catalunya, sobre los niveles de transparencia e integridad en las administraciones públicas catalanas, y sobre actitudes y comportamientos de la ciudadanía" mediante entrevistas telefónicas a 850 personas.
PROBLEMA GRAVE
La jefa de Relaciones Institucionales, Visibilidad y Participación de Antifrau, Lourdes Parramon, ha afirmado que "un 79,5% de los encuestados percibe la corrupción en Catalunya como un problema grave o bastante grave, una cifra que en el 2018 se situaba en el 81,3%".
Por género, ha explicado que las mujeres tienen la percepción de que hay más corrupción que los hombres --un 71,6% de las mujeres contra un 61,6% de los hombres--, y que las mujeres consideran que es un problema más grave de lo que lo consideran los hombres.
Lourdes Parramon ha indicado que el 18,2% de los encuestados han respondido haber visto conductas impropias en el lugar de trabajo, mientras que en el 2018 era de un 30%, y ha manifestado que ha bajado la identificación de criterios inapropiados en la aplicación de la norma --15,1% frente al 22,9% en 2018--, el favorecer familiares, amigos, empresas --17,8% frente al 22,5% en 2018--, la aceptación de regalos --8,7% frente al 12,2% en 2018--, y la aceptación de un soborno --3,5% frente al 4,2% en 2018--.
TOLERANCIA SOCIAL
La responsable de Relaciones Institucionales ha aseverado que "la tolerancia social hacia comportamientos inapropiados ha experimentado una evolución irregular": la conducta del alto cargo que admite como regalo una caja de vino crece en aceptación --un 21,1% frente al 17,7% en 2018--, y también ocurre con una persona que trabaja en el sistema sanitario público que ayuda a un familiar a saltarse la lista de espera --14,4% frente al 11% en 2018--.
"Que un político contrate un amigo íntimo por un cargo de confianza es aceptado por un 6,4% de los encuestados frente un 8,5% del barómetro anterior, o hacer trampa en el empadronamiento para elegir escuela es justificable por el 26,9% de los encuestados", ha añadido.
VISIÓN DE LA POLÍTICA
El director de la Oficina ha manifestado que "la visión que tiene la ciudadanía de la política y los que se dedican no es buena", y ha explicado que disminuye significativamente el porcentaje que cree que los partidos políticos se financian ilegalmente --un 43,1%, mientras que durante el 2018 era de 51,9%--.
Desde Antifrau, han asegurado que los jóvenes de 18 a 29 años son los más tolerantes con las conductas corruptas, y también han expresado que se ha observado un descenso en la confianza en el personal al servicio de la administración, que un 78,6% de la ciudadanía censura los vínculos entre política y negocios, y que ha disminuido la percepción sobre la transparencia en las instituciones --un 59% les considera 'poco' o 'nada' transparentes--.
Respecto a la información sobre la corrupción que ofrecen los medios de comunicación, los encuestados consideran 'poco' o 'nada' objetiva con un porcentaje del 74,9%, una cifra que ha aumentado significativamente respecto el 2018, que se situó en 66,2%.
DERECHOS HUMANOS
Finalmente, la ciudadanía otorga la nota de un 5,81 a la policía para combatir la corrupción, un 5,72 a las ONG y otras asociaciones, un 5,55 a la Oficina de Antifrau, y que se ha suspendido a la justicia y a los medios de comunicación con un 4,87 y un 4,5, respectivamente.
Gimeno ha manifestado que "la corrupción juntamente con la pandemia es la mayor amenaza para la economía y la sostenibilidad", y ha asegurado que luchar contra la corrupción es luchar a favor de los derechos humanos.