BARCELONA 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
Abertis y el Economist Intelligence Unit han presentado un informe que revela que las nuevas tecnologías de carreteras (Road Tech) están transformando el sector del transporte y constituyen la clave de una movilidad futura más inteligente.
En un comunicado este miércoles, Abertis ha sostenido que el tráfico mundial "plantea desafíos económicos y sociales", desde la pérdida de productividad asociada con la congestión del tráfico hasta las muertes por accidentes en la carretera, y ha reflexionado sobre cómo afrontar estos retos.
"El Road Tech puede ser la plataforma de futuro de la movilidad, al redefinir tanto la superficie como la infraestructura viaria para incluir componentes digitales, redes y sensores inalámbricos", ha remarcado la compañía.
El consejero delegado y vicepresidente de Abertis, Francisco Reynés, ha destacado que para afrontar los retos del tráfico es necesario "trabajar en la intersección de los avances tecnológicos y la innovación en la infraestructura de carreteras", y ha explicado que se ha elaborado este informe a fin de obtener una imagen más amplia de las tecnologías e innovaciones que se están produciendo.
Entre las conclusiones del informe sobre Road Tech figura que el crecimiento del tráfico provoca pérdidas de productividad, accidentes de tráfico, contaminación atmosférica y consecuencias negativas para la salud pública.
También que las nuevas tecnologías de carreteras están redefiniendo las infraestructuras de carreteras para incluir otros componentes digitales como tecnologías de redes inalámbricas e Inteligencia Artificial, además de que la propia superficie de la carretera es objeto de innovaciones considerables, como la carga de vehículos eléctricos por inducción y los paneles solares.
Como apunte final, en las conclusiones, el informe de Abertis y el Economist Intelligence Unit remarca la importancia de los gobiernos, que desempeñan "una función esencial a la hora de permitir una mayor adopción de estas tecnologías", y reiteran que en los próximos 10 años serán cruciales para determinar el futuro de las carreteras del mundo.