BARCELONA 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El plazo para formalizar coaliciones de cara a los comicios catalanes de noviembre ha finalizado este viernes sin que hayan llegado a un acuerdo Solidaritat Catalana y Reagrupament, dos formaciones independentistas que han negociado en numerosas ocasiones una posible alianza.
Esto supone que a las elecciones concurrirán al Parlament tres formaciones políticas partidarias de la independencia de Catalunya con posibilidades, según las encuestas, de obtener representación: ERC, actualmente con 21 diputados y con su presencia parlamentaria consolidada, y Solidaritat y Reagrupament, que aspiran a obtener representación por primera vez.
En declaraciones a Europa Press, el número 2 de Solidaritat y ex diputado de ERC en el Parlament, Uriel Bertran, ha argumentado que el acuerdo no ha sido posible porque la dirección de Reagrupament no quiso acogerse a un proceso de elecciones primarias para que fuera la militancia quien eligiera los miembros de las listas.
Para Bertran, al tratarse de dos formaciones independentistas jóvenes pero con un proyecto sólido, no deberían "sufrir para conseguir el 3 por ciento de votos" en las circunscripciones electorales --la barrera mínima para lograr al menos un escaño--, y ha augurado que ambos partidos mantendrán una estrecha colaboración en la cámara catalana.
El líder de Reagrupament, Joan Carretero, cuando fracasaron las negociaciones con Solidaritat, afirmó que no era "ningún drama" que ambos partidos se presentaran por separado, y esgrimió que las formaciones partidarias del autonomismo tampoco se presentan juntas y logran obtener representación.
Para Reagrupament el proceso de primarias exigido por Solidaritat para elegir a los candidatos también ha sido el gran obstáculo para llegar a un acuerdo, un proceso que Carretero tildó de "broma de mal gusto".
En las filas de ERC valoran positivamente el surgimiento de nuevos partidos independentistas, y lo atribuyen a un crecimiento significativo de ciudadanos partidarios de la secesión de Catalunya.
Pese a esto, algunos dirigentes del partido republicano como el conseller de Innovación, Universidades y Empresa, Josep Huguet, han alertado del riesgo de que el voto independentista se fragmente, y que el auge de los partidarios de la secesión derive en que haya menos diputados independentistas en el Parlament que en la presente legislatura.