Engloba las conversaciones Estado-Generalitat en el "día a día" de consellerias y ministerios
BARCELONA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
Millo: hay contactos "a todos los niveles" entre el Gobierno y la Generalitat
El coordinador general del PP catalán, Xavier García Albiol, ha negado este lunes que haya habido reuniones entre el Gobierno español y el de la Generalitat: "El Gobierno no está manteniendo reuniones secretas con nadie".
En rueda de prensa, ha admitido que puede haber conversaciones entre administraciones pero a nivel de secretarías de ministerios y consellerias para resolver cuestiones que "en su día a día" afectan a su trabajo.
Así, ha asegurado que el encuentro en Barcelona de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, con el vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, fue "la última negociación".
"Lo que queremos es que el Govern se siente a la mesa, esté dispuesto a romper el bloqueo y esté dispuesto a hablar de los problemas reales de los catalanes", entre los que ha citado la sanidad, los servicios sociales, las infraestructuras y la financiación.
Según el popular, el Estado tiene "una propuesta constante sobre la mesa" para tratar mejoras en Catalunya, pero ha rechazado que incluyan la celebración de un referéndum que ve irrealizable.
Asimismo, ha rehusado que se plantee "ningún tipo de propuesta que vaya en la línea de compensar la celebración de un referéndum" o que ponga en jaque la integridad territorial y la soberanía española, que ha recordado que es de ámbito nacional.
REFUGIADOS
Preguntado por la manifestación a favor de la acogida de refugiados del sábado en Barcelona, organizada por 'Casa nostra, casa vostra', ha expresado su respeto a los participantes y ha aseverado que desde el PP catalán apuestan por recibir "al mayor número de refugiados".
"Ahora, en abrir las fronteras sin que haya ningún tipo de control, ahí no estaremos", ha continuado Albiol, que se ha mostrado sorprendido por la participación del PSC y Cs en la marcha que pedía la apertura de fronteras.
Ha defendido que la acogida se haga "de acuerdo a las posibilidades reales" del país y que se evite la sobreocupación en determinados barrios que conlleve conflictos sociales con los vecinos.
"Esta política de fronteras abiertas y que entre todo el mundo puede crear un problema muy serio de crecimiento de posiciones fascistas y racistas", ha advertido.