El AMB desmonta mobiliario y equipamientos de las playas para protegerlos de temporales

   BARCELONA, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) está desmontando y retirando parte de los equipamientos y del mobiliario de las playas metropolitanas de la temporada de verano para protegerlos de los temporales.

   La regresión del litoral ha implicado la reducción del ancho de las playas y algunas modificaciones en las pendientes, hecho que aumenta la "vulnerabilidad y la exposición" de las distintas instalaciones, ha informado el AMB en un comunicado.

   Las intervenciones que se realizarán hasta finales de octubre son el desmontaje de módulos de salvamento y primeros auxilios, así como la retirada de 31 sillas de vigilancia y el desmontaje de lavabos y vestidores adaptados y de las señales de servicios.

   También se retirarán pasaderos adaptables enrollables y plataformas de madera, más de 30 kilómetros de abalizamientos marinos, 180 papeleras, más de 70 elementos de señalización, y también se desplazarán y retirarán 175 aparcamientos para bicicletas.

   A pesar de la retirada de elementos, gran parte de los equipamientos seguirán a disposición de los usuarios de las playas en otoño e invierno porque la gestión metropolitana de la playas se adapta a un "uso continuo los 365 días del año", ha destacado el jefe del Servicio de Playas del AMB, Daniel Palacios.

CAMBIO DE USOS

   El AMB ha constatado este verano un cambio de usos de las playas metropolitanas, que ha incrementado "notablemente la afluencia de usuarios en horas nocturnas que huían de las altas temperaturas registradas".

   En datos del ente metropolitano, las noches tropicales se han multiplicado exponencialmente en los últimos años con 114 noches en Barcelona con temperaturas superiores a los 20 grados, y el cambio de usos ha condicionado las tareas de limpieza y mantenimiento de playas.

   Por esta razón, ha "reajustado" el horario de limpieza con maquinaria, que ha empezado más tarde y en muchos casos partir de las 2 de la madrugada, y también ha incrementado las inspecciones y el mantenimiento de las duchas, ante un uso intensivo casi de 24 horas de este tipo de equipamientos.