Abre una convocatoria para subvencionar actividades alimentarias en los municipios
BARCELONA, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha situado la alimentación sostenible como vector para garantizar la resiliencia y funcionalidad de las ciudades metropolitanas, en ámbitos como la movilidad, el abastecimiento de energía o la gestión del agua y los residuos.
La administración metropolitana quiere incorporar la perspectiva de un sistema alimentario sostenible en el conjunto de sus servicios y políticas y para eso está impulsando un plan que propone acciones que incidan en diferentes elementos del sistema alimentario metropolitano.
Identifica 32 acciones recogidas en siete ejes: gobernanza transversal; conocimiento, comunicación y estrategias; ordenación territorial y planeamiento urbanístico; incentivación de la producción alimentaria sostenible; facilitación de la distribución y comercialización de alimentos de proximidad; promoción de dietas saludables y sostenibles; y desarrollo de actividades vinculadas a la capitalidad mundial de la alimentación sostenible.
La vicepresidenta del Área de Desarrollo Social y Económico del AMB, Montserrat Ballarín, ha alertado de la preocupación por las externalidades negativas del proceso de alimentación en un contexto de emergencia climática ante el que ve necesario articular políticas públicas sobre una alimentación "saludable, sostenible y justa".
Ha destacado la producción agrícola y la industria agroalimentaria que hay en la metrópolis, donde se encuentra suelo agrícola para conrear (como el del Parc Agrari del Baix Llobregat, Collserola o la Serralada de Marina), infraestructuras para captar agua y abastecer los cultivos (la cuenca del río Llobregat o el aqüífero del Bess), para gestionar residuos y posibilitar el reciclaje, así como proyectos de huertos en parques metropolitanos y líneas de apoyo al comercio de proximidad.
Dos elementos clave en la organización alimentaria de la metrópolis de Barcelona son el Parc Natural de la Serra de Collserola, donde el Consorci ha impulsado proyectos con 200.000 euros anuales, y el Parc Agrari del Baix Llobregat, en una situación "estratégica" para abastecer alimentos a las ciudades del entorno.
El director de las áreas de Planificación Estratégica y Presidencia del AMB, Salvador Mil, ha asegurado que las administraciones locales "han puesto la alimentación en su agenda, desde la producción hasta el consumo", de manera que la sociedad ha tomado consciencia de su importancia.
"Intervenimos en todos los aspectos en los que podemos actuar", ha afirmado Mil, que ha subrayado el compromiso de las administraciones de crear cultura municipal en torno a la alimentación.
CONVOCATORIA DE SUBVENCIONES
En el contexto de la subida de la inflación a consecuencia de la guerra, el AMB quiere promover la sostenibilidad económica, ecológica, social y cultural de los sistemas alimentarios locales y para eso ha abierto una convocatoria de subvenciones para que los municipios presenten sus proyectos: 150.000 euros para 2022 y 200.000 euros para 2023.
El objetivo es impulsar y/o consolidar proyectos, favorecer políticas de desarrollo local que incidan en el refuerzo y fomento de las actividades de producción, distribución, transformación y consumo de productos agroalimentarios de proximidad, y promover la venta directa, los circuitos cortos de comercialización, creación de nuevas infraestructuras, entre otros.
PROYECTO FOODCLIC
Además, el AMB participa en el proyecto europeo Foodclic, iniciado en septiembre de 2022, con el que se quiere identificar, capacitar y fortalecer las redes de actores que pueden favorecer las políticas alimentarias locales y regionales.
El proyecto planea, hasta febrero de 2027, una cooperación entre diversos agentes europeos públicos, científicos y del sector privado para facilitar que las políticas públicas alimentarias locales tengan planeamientos más integrados, incorporen aspectos de sostenibilidad y establezcan conexiones entre el mundo rural y el urbano.
El presupuesto cuenta con financiación integral de la Unión Europea y tiene un coste total de 11.182.035 euros, de los cuales 739.125 euros corresponden al AMB para todo el período de duración del proyecto.