Las aportaciones del diseño a la cocina centran en el Museu del Disseny una exposición

Pone de relieve cómo todos sufrimos el mal diseño cotidiano cuando cocinamos

BARCELONA, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

El diseño industrial en la alimentación protagoniza a través de 270 productos diseñados en España en la exposición 'Tapas. Spanish design for Food', que clausura en el Museu del Disseny de Barcelona su itinerancia por 16 ciudades, entre ellas Washington, Miami, Tokyo, Madrid y Valencia, entre otras.

La exposición, gratuita y que podrá verse hasta el 21 de mayo, está comisariada por el artista Juli Capella y es una producción de Acción Cultural Española, y, según éste, pone de relieve "el rasgo diferenciador de Catalunya y España: la creatividad".

"Comer es una de las cosas que tenemos que hacer obligatoriamente además de respirar y dormir", ha dicho Capella, para el que la más divertida es la primera, por lo que a su juicio el hecho de comer se ha sofisticado y se han creado herramientas para hacer esta experiencia más interesante y placentera.

Ha remarcado que, sin el auxilio del diseño, comer sería muy difícil y aburrido, y que, por ejemplo, para comer una manzana sí interviene el diseño: "Si se quiere pelar es necesario un cuchillo; si se quiere cocer, una cazuela, y si se quiere comer, un plato y un tenedor. Todo esto es de lo que va la exposición".

CUCHILLOS QUE NO CORTAN

Todos somos cocineros en nuestras casas y todos somos expertos en diseño de la comida porque "cada día se usa un cuchillo que no corta o una aceitera que gotea porque se ha elegido un diseño equivocado".

"Todos sufrimos el mal diseño cotidiano cuando cocinamos", ha agregado Capella, que pretende con la exposición llamar la atención sobre el acto cotidiano de comer y cocinar, y cómo el diseño permite ganar en calidad de vida gracias a un buen diseño, especialmente el de la última década.

Por ello, la exposición está dividida en tres partes: la primera de ellas es la cocina, donde los instrumentos son de precisión quirúrgica porque su función es fundamental, ya que "no hace falta que un rallador tenga filigranas".

La mesa es el segundo ámbito, donde "todas las herramientas son más comunicativas" y según como esté puesta una mesa, pueden saberse detalles sobre cómo es la familia y la época.

El tercer ámbito --la comida-- enseña inventos como el Minipimer, creación del barcelonés Gabriel Lluelles en una España pobre que no podía acceder a los grandes motores americanos, y donde Pimer son las siglas de Pequeñas Industrias Mecánico-Eléctricas Reunidas.

También se muestran otros diseños locales como el exprimidor de naranjas, la Gula del Norte, las olivas rellenas y los chupa-chups, "un diseño industrial comestible".

TAPAS DE JARRAS

La exposición se ha titulado 'Tapas' en honor a esta forma de comer en España, "de pie, compartida y creativa", de un nombre que tiene su origen en una leyenda que dice que las jarras de vino necesitaban taparse con algo encima para que no entraran los mosquitos o el polvo, además de tener que servirse siempre el vino con algo de comida, ha relatado.

Para la directora de Acción Cultural Española, Elvira Marco, esta producción plantea un viaje a la creatividad española, siempre en torno al concepto de la tapa, con una gran acogida en las diferentes ciudades: "Fue un sueño acabar en el Museu del Disseny".

Ha destacado, que en este viaje de creatividad española, ha habido catalanes muy destacados, como Ferran Adrià --con una pieza muy interesante como son sus prototipos de comida en plastilina-- y también los hermanos Roca y Carme Ruscalleda.

La directora del museo, Pilar Vélez, ha celebrado que esta producción llegue a Barcelona, con un "programa de actividades muy diverso, coral e intenso", que contará con tándems creativos integrados por Ferran Adrià y Luki Huber, Jordi Roca y Andreu Carulla y Javier Bonet con Martí Guixé.