El autor se pasa al estilo americano de novela negra para "experimentar" nuevos horizontes
BARCELONA, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
El escritor islandés Arnaldur Indridason juega con una "femme fatale" en su novela 'Betty' (RBA) que plantea los encantos irresistibles de Betty, en una historia de amor que atraviesa un universo de sensualidad, pasión y perversidad.
En rueda de prensa este martes, el escritor ha explicado que la novela lleva "estilo americano, no nórdico como es habitual" y se inspira en autores como Raymond Chandler y Dashiell Hammett, una operación con la que el islandés quería comprobar cómo podía trasladar el estilo de Estados Unidos a una novela basada en Islandia.
"Soy fan de este estilo americano, y tenía ganas de hacer una historia de este tipo y con una femme fatale, y había hecho cuatro o cinco libros con estilo nórdico negro y me apetecía un cambio", ha comentado el autor.
A su juicio, ambas corrientes son algo diferentes, ya que la nórdica es más realista y habla de gente del pueblo y de problemas sociales con los que a menudo se lucha: "Hay más conciencia social, familias y grupos. Es la sociedad en la que vivimos".
"El estilo americano es más escueto y quizás no es tan social, pero habla sobre individuos que son muy interesantes", ha dicho, agregando que también trata ligeramente sobre los defectos del ser humano; de este modo, lo que hay común es que tanto la tradición americana como la nórdica es que hablan de estos defectos del ser humano.
CINE AMERICANO
"Era un experimento para hacer algo distinto a la novela negra nórdica. Es un thriller policíaco nórdico, una historia de femme fatale que es oscura", ha explicado Indridason que se ha basado en el cine, tema del que escribía cuando era periodista, con títulos americanos como 'Perdición', 'El sueño eterno' y 'Halcón maltés' entre sus favoritos.
"Fue muy divertido escribir la historia de Betty y sobre Betty porque es algo tan distinto a mí", ha dicho el escritor sobre la protagonista, que pronostica que seguro que existe de un modo u otro en Islandia.
"He escrito mucho sobre las mujeres en mi libro y, en lugar de intentar ponerme en el lugar de las mujeres, intento escribir como otras personas", ha explicado el escritor, que no sabe lo que es ser mujer, pero sí conoce lo que es ser un hombre, una persona, y no cree que haya tanta diferencia.
A su juicio, uno de los problemas a los que se enfrentan los autores islandeses es que los lectores se crean a los personajes, porque no cuentan con una tradición de novela negra, y "para empezar, los propios autores no tenían la creencia de que esto fuera literatura de verdad".
Preguntado sobre el asesinato de la joven Birna Brjansdottir, que ha conmocionado al país, ha asegurado que no reaccionó como autor, sino como islandés: "Fue algo terrible, y los islandeses mostramos mucha compasión con la familia, y han demostrado que ése es un sitio donde no deben pasar este tipo de cosas".
Preguntado también sobre su defensa del idioma islandés, ha pronosticado que "es una lucha que se está perdiendo desafortunadamente" y que los lingüistas que señalan que en un siglo ya no existirá la lengua, tienen algo de razón, ya que es un idioma muy pequeño que hablan 350.000 personas y que recibe el bombardeo diario del inglés.
Actualmente, el autor escribe una trilogía situada en la capital de la isla, Reikiavik, en la II Guerra Mundial, y trata sobre la ocupación de los británicos que después continuó con los americanos: "Los libros hablan del choque cultural entre los soldados y los islandeses".
El autor participa en la semana literaria BCNegra, de la que ya ha formado parte en anteriores ocasiones, pero siempre le parece "igual de divertido" porque Barcelona es una ciudad magnífica, y este tipo de festivales son una buena ocasión para encontrarse con otros autores, ha dicho.