BARCELONA 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un estudio del Instituto Catalán de Ornitología (ICO) y el Centre de Recerca Ecolgica i Aplicacions Forestals (CREAF) ha concluido que durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19 las aves cambiaron su comportamiento, lo que condujo a pensar que habían aumentado en número y que habían "invadido las ciudades".
En un comunicado este viernes, las instituciones han explicado que "los cambios inducidos por el confinamiento fueron demasiado drásticos y súbitos y no duraron lo suficiente como para permitir procesos de colonización", según el estudio publicado en 'Proceedings of the Royal Society'.
Lo que ocurrió fue que los pájaros pasaron a ser mucho más activos en las primeras horas del día; en condiciones naturales, fuera de las ciudades, las aves cantan y son activas al alba o de noche.
El primer autor del artículo, Oscar Gordo, ha explicado que en entornos urbanos la situación es distinta: "Este momento del día coincide con las horas punta de la mañana, cuando más personas estamos en la calle y hay más ruido de coches, lo que les impide comunicarse entre sí cuando cantan o buscar tranquilamente alimento por culpa del estrés que les causa nuestra presencia constante".
El cambio de comportamiento por la desaparición de las personas de las calles es prueba, según el investigador Sergi Herrando, de que "las aves urbanitas demuestran ser extremadamente plásticas y adaptables a los cambios súbitos, una característica que la ciencia ya les había atribuido".
El estudio ha contado con la participación de más de 400 ornitólogos voluntarios, que recogieron más de 126.000 registros de pájaros; se seleccionaron las 16 especies más habituales en ambientes urbanos y que pasan todo el año en Catalunya y se compararon con los registros de la web ornitho.cat de años anteriores.
"Está en nuestras manos hacer que las ciudades sean más acogedoras para los pájaros más allá de la crisis de la Covid-19. Los problemas que experimentan en su comunicación y salud son en buena parte homólogos a los que sufrimos nosotros mismos", han concluido los autores del estudio.