Un relato sencillo y un twist contemporáneo sobre la música de Vivaldi, protagonistas
PERALADA (GIRONA), 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
El 33 Festival Castell de Peralada (Girona) ha abierto una nueva edición la noche de este jueves con la actuación del Ballet del Teatro Mariinski de San Petersburgo (Rusia), sala que dirige Valery Gérgiev, con una delicada, dulce y neoclásica relectura de 'Las cuatro estaciones', con música del contemporáneo Max Richter versionando al clásico Antonio Vivaldi.
Bajo una noche de verano con algo de luz, los asistentes al festival han celebrado su reencuentro en una platea de algarabía y saludos, que ha sido acallada por la irrupción de una colorista primavera en la que un Vivaldi con pinceladas modernas, pero suaves, se ha impuesto.
La estación de las flores ha arrancado sobre un vergel escenográfico con una interpretación colorista y llena de vitalidad de la mano de un cuerpo de baile jugando a enamorarse y evidenciando una actitud naíf y juvenil, mientras que la llegada del verano ha desplazado a esa primavera inocente con mayores dosis de alegría y vitalidad.
Tras la media parte, ha tomado el relevo un otoño de tonalidades ocres y rojizas, ensoñador en la interpretación, para culminar en la frialdad del invierno intimista y adormecido; después ha irrumpido la primavera de nuevo: "Se reinicia todo", comentaban en el público.
La estrella de la noche ha sido la solista Ekaterina Kondaurova con sus gráciles movimientos en todas las estaciones, deslizándose sobre el twist de Vivaldi planteado en la música por Richter sobre tonos de vestuario pastel.
Estrenada en junio de 2017, la propuesta ha contado con una coreografía del joven bailarín del Teatro Mariinski, Ilya Zhivoi, que ha diseñado una pieza muy sencilla y fresca, con toques de modernidad, y en la que discurría una historia de amor paralela.
En su planteamiento Zhivoi ha masticado todos los detalles de 'Las Cuatro estaciones' a un público generalista: si el invierno era gélido y azul y la primavera era floral y rosada, el otoño se ha planteado como un trance ocre y con hojas de árbol secas, y el verano, fresco y radiante.
El público ha agradecido la sencillez de esta producción con sonoros aplausos y los tradicionales pisotones sobre el patio de butacas durante unos cuatro minutos, alegres de dar el pistoletazo de salida con tan digestiva propuesta.
Con un vestuario diseñado por Sonya Vatayan, la pieza ha contado con vestidos vaporosos y de libres movimientos de los bailarines, que han fluido en cada una de las estaciones poniéndose al servicio de la narración.
UNA JORNADA MÁS
Tras su éxito este jueves, la compañía rusa se quedará un día más en el festival para ofrecer un programa mixto este viernes; en esta ocasión el ballet romántico ocupará el escenario del Castell de Peralada con música de Fréderic Chopin y de Franz Liszt, que inspiró a tres de los grandes coreógrafos del siglo pasado.
El resultado será 'Chopiniana', de Michel Fokie, en un homenaje a la época romántica con su ballet blanco; 'In The Night', en un ballet corto que creó en 1970 el norteamericano Jerome Robbins, y 'Marguerite and Armand' que el británico Frederik Ashton creó expresamente para Margot Fonteyn y Rudolf Nuréyev.
Para inaugurar la cita este jueves, han asistido la directora general de Cooperación Cultural, Àngels Ponsa; el director general de Medios de Comunicación de la Generalitat, Ignasi Genovès, y el director del Área de Música del ICIC, Xavier Cester.
También, los alcaldes gerundenses de Peralada, Roses y Figueres, Pere Torrent, Montserrat Mondan y Agnès Lladó, respectivamente, y el obispo de Girona, Francesc Pardo, entre otros.