Prevé zonas en las que no podrá haber nuevos establecimientos y otras de crecimiento limitado
BARCELONA, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
El pleno de Barcelona ha aprobado este viernes el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (Peuat) con el apoyo del Gobierno de BComú y PSC, y de ERC, mientras que la CUP se ha abstenido y CiU, C's y el PP han rechazado el plan, mediante el cual el ejecutivo de Ada Colau prevé ordenar los alojamientos turísticos en la ciudad.
La votación se ha realizado de forma nominal, algo que ha solicitado la líder municipal de C's, Carina Mejías, por las "posibles consecuencias que pueda tener tanto desde el punto de vista político como jurídico" el plan, que debía aprobarse antes de que venciera la suspensión de licencias en Gràcia el 17 de marzo para evitar que se pudieran abrir nuevos establecimientos sin límite.
El Peuat plantea dividir la ciudad en una zona de decrecimiento, en la que no se podrán abrir nuevos alojamientos aunque cierren otros --la zona 1, en Ciutat Vella, parte del Eixample, Poblenou, Vila Olímpica, Poble Sec, Hostafrancs y Sant Antoni--, una zona 2 de congelación --sólo podrán abrir nuevos si cierran actuales--, y las zonas 3 y 4, de crecimiento limitado.
La teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, ha defendido que se trata de un paso decisivo para la regulación del turismo: "Hace falta acabar con la barra libre que actúa sin control en la ciudad", ha dicho, y ha celebrado que ningún grupo municipal ponga en duda la necesidad de regular dónde se instalan los alojamientos turísticos.
Sanz también ha lamentado que C's haya pedido que la votación se realice de forma nominal: "Hay garantías más que suficientes que lo que dice el plan es plenamente legal", y ha subrayado que el Peuat permitirá la preservación de la vivienda, ya que asegura que ninguna vivienda puede ser sustituida por alojamientos turísticos.
El concejal de Arquitectura, el socialista Daniel Mòdol, ha asegurado que el Peuat permitirá dar solución a algunos de los problemas que genera el turismo en la ciudad, y ha recordado que la redacción del plan ha estado rodeado de polémica, aunque ha resaltado que esta situación ha servido para "dejar claro que era necesario abordar la regulación".
ACUERDO CON ERC
El Gobierno de Colau ha presentado en el mismo pleno, por exigencia de ERC para apoyar el Peuat, un plan de choque contra los pisos turísticos ilegales, por el que se doblarán este año los inspectores y los visualizadores --de 20 a 40 cada uno-- y se añadirán más en 2018 --hasta un total de 110--, ante lo que Alfred Bosch (ERC) ha resaltado que los republicanos seguirán apretando para lograr medidas que beneficien a los vecinos para acabar con un "festival que no se puede permitir Barcelona".
El portavoz republicano, Jordi Coronas, ha celebrado el Peuat acordado con el Gobierno municipal para afrontar la necesidad de que Barcelona no base todo su modelo económico en el turismo y por poner encima de la mesa el estudio de proyectos "que se daban por perdidos" como los hoteles del Rec Comtal, las Drassanes y el albergue de la Vila Olímpica.
La líder municipal de la CUP, Maria José Lecha, ha atribuido su abstención al "chantaje" que ve el Ayuntamiento para aprobar el plan ---ha dicho que se parece al que recibe su partido por parte de la Generalitat para aprobar los Presupuestos--, y ha declarado la guerra al crecimiento turístico en Barcelona, que considera que continuará en los barrios que no están incluidos en las zonas 1 y 2 del Peuat.
Jordi Martí ha asegurado que CiU se ve "obligada a votar en contra, y no lo hace nada satisfecha", porque ha intentado por todos los medios convencer al Gobierno municipal de que se trata de una mala herramienta urbanística que ha contado con un sesgo ideológico, también de los que han votado a favor del plan, que ha empeorado con sus aportaciones al volverse más restrictivo.
Koldo Blanco (C's) ha sostenido que era necesaria una regulación de los alojamientos turísticos pero que esta no es sensata y será contraproducente para la ciudad, por lo que C's ha intentado flexibilizarla, pero el Gobierno municipal ha optado por posiciones más restrictivas: "Lamentamos que el PSC esté en ese bloque", ha criticado.
El líder municipal del PP, Alberto Fernández, ha criticado a Colau por provocar que el turismo se haya convertido en un problema para los ciudadanos a través de su gestión y demonización, y la ha acusado de convertirse en la "lobista" de los gestores del turismo en Barcelona, porque la suspensión de licencias ha provocado el aumento de precios de las habitaciones.