Gestionará espacios de gran afluencia turística para aplicar soluciones de "microcirugía"
BARCELONA, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona estudia que los pisos de uso turístico paguen un Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) superior al de las viviendas residenciales porque tienen un uso económico que el Gobierno de Ada Colau considera que debería comportar un gravamen, ha explicado este lunes el concejal de Empresa y Turismo, Agustí Colom.
Colom ha presentado en rueda de prensa junto al teniente de alcalde Jaume Collboni el Plan Estratégico de Turismo 2020, que incluye explorar este "IBI turístico" y nuevas medidas fiscales que requerirían cambiar la Ley de Haciendas Locales, ya que los ayuntamientos sólo pueden aplicar los impuestos previstos en esta normativa.
"Plantea el análisis de posibles fórmulas fiscales que permitan avanzar para que los ciudadanos temporales también contribuyan a financiar su impacto y el uso del espacio público", ha dicho el concejal, que ha abogado por un recargo de la tasa en la ciudad --donde es inferior a la de otras ciudades europeas, ha dicho-- y por impulsar una para cruceros.
También estudiará otras fórmulas vinculadas a ámbitos como la movilidad, ha dicho Colom, que ha recordado que el Gobierno municipal incluyó en su propuesta rechazada de Ordenanzas Fiscales para este año una tasa para los autocares turísticos que pararan en el entorno de la Font Màgica de Montjuïc, algo en lo que han seguido trabajando y que se podría aplicar si se aprobara en el pleno.
Junto al director del plan, Albert Arias, han explicado que el documento de estrategia prevé gestionar espacios de gran afluencia turística mediante actuaciones concretas, algo que empezará con pruebas piloto en el entorno de la Sagrada Familia y en el barrio de la Barceloneta, en los que abordará el asunto con operadores y entidades para "encontrar soluciones de microcirugía para reducir el impacto del turismo en estos espacios", según Colom.
Este Plan Estratégico de Turismo --que sustituye al aprobado para el periodo entre 2010 y 2015-- también prevé crear un observatorio sobre esta actividad para "generar información que dé posibilidades de mejorar el conocimiento para mejorar así la gestión y la transparencia".
Además, el documento plantea redactar un Plan de Movilidad Turística que reduzca los impactos de esta actividad tanto en los servicios regulares de transporte público como en los de uso turístico específico, señala el plan, que pretende "desparramar" los beneficios del turismo en la ciudad y reducir sus impactos negativos, según Colom.
SOSTENIBILIDAD SOCIAL Y LABORAL
Aboga por definir unos estándares de acreditación de sostenibilidad a través de una certificación --que podría ser la de Biosphere-Barcelona-- que reconozca a iniciativas que promuevan el turismo responsables y sostenible, "no sólo ambientalmente, sino también social y laboralmente".
En este sentido, Colom defiende "trasladar nociones de responsabilidad a los distintos operadores" para asegurar un empleo de calidad --destaca la importancia de que los sueldos en el sector sean dignos--, y ha señalado que la estrategia de marketing debe responder a estos criterios de sostenibilidad.
Collboni ha detallado que el plan incluye diez programas con 30 líneas de actuación y 90 medidas concretas, y ha abogado por un consenso de ciudad en este ámbito --algo que ve posible con sentido común y diálogo-- para avanzar hacia un "turismo sostenible y compatible con el modelo de ciudad que quieren la mayoría de barceloneses".
PLAN DE ALOJAMIENTOS
Ha recordado que, paralelamente a este Plan Estratégico, el Ayuntamiento ha llevado a cabo otras medidas, como la aprobación del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (Peuat), que "lejos de lo que decían algunos sectores alarmistas, prevé un crecimiento sostenible y ordenado, no de cualquier manera ni en cualquier lugar", con 8.000 nuevas plazas hoteleras en construcción y 11.000 plazas de pisos turísticos.
Preguntado por la regulación del alquiler de habitaciones, Colom ha señalado que está pendiente el reglamento de la Ley de Turismo de la Generalitat, aunque ha defendido que los ayuntamientos debería poder regularlo porque son los que conocen el territorio y sus necesidades: "La Generalitat aplica los mismos criterios a pueblos, ciudades grandes y ciudades pequeñas", ha criticado.