BARCELONA 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona ha presentado un requerimiento administrativo ante la Conselleria de Enseñanza de la Generalitat para que abone los 41,8 millones de euros que debería haber destinado a guarderías en la ciudad en los últimos cuatro años --los que no han prescrito-- como paso previo a llevar el asunto a los tribunales.
La Generalitat tiene un plazo de dos meses para responder al Ayuntamiento, que presentará un contencioso-administrativo si no lo hace, ha advertido este jueves en rueda de prensa la teniente de alcalde Laia Ortiz, que ha asegurado que el Gobierno de Ada Colau ha reclamado el pago por la vía política en diversas ocasiones, y que entienden que esta vía política "se ha agotado".
El Ayuntamiento ha presentado este requerimiento después de que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) condenara en diciembre a la Generalitat por dejar de subvencionar guarderías, en un contencioso promovido por el Ayuntamiento de Cornellà de Llobregat (Barcelona), y lo hayan reclamado otros municipios.
La teniente de alcalde de Derechos Sociales ha defendido que este requerimiento debe ser "una interpelación a la Generalitat de sentarse a hablar" sobre la financiación de guarderías y de este impago, que se corresponde a la financiación de 1.300 euros por alumno que no ha cubierto.
Preguntada por la posibilidad de que la Generalitat recurra las sentencias, ha criticado que pueda tener una actitud de beligerancia en lugar de reconocer la injusticia que ha cometido y que ha impactado directamente en los municipios, con los que ha tenido una "falta de lealtad institucional".
EVITAR "ARBITRARIEDADES"
Ha confiado en que este proceso abra la puerta para que el nuevo Parlament apueste por recuperar la financiación de guarderías, cumpliendo la ley: "No puede ser algo arbitrario en función del criterio político y de gestión presupuestaria que esto se pueda suprimir", ha advertido.
Ortiz ha destacado que quieren hacer entender al Govern que surja del nuevo Parlament que no puede ser que la educación infantil hasta los tres años no se entienda como una etapa plenamente educativa: "Nadie se puede imaginar que la salud se deja de financiar. No puede ser que los niños y sus familias sufran este tipo de arbitrariedades".
Ha rechazado que el nuevo Parlament pueda aprobar unos Presupuestos que no incluyan partidas para la financiación de guarderías, porque la imagen que enviaría es "que la prioridad no es la educación ni la pequeña infancia, cuando está más que demostrado que la primera etapa educativa es clave para las oportunidades de estos niños".