Barcelona, Veolia y Enagás inauguran la primera red de recuperación de frío de GNL

Prevé servir a Mercabarna, Fira de Barcelona y a edificios de oficinas y residenciales

BARCELONA, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Barcelona, Veolia y Enagás han inaugurado este lunes la primera red de recuperación del frío residual de la regasificación del gas natural licuado (GNL).

Lo han presentado en la planta de Enagás en el Puerto de Barcelona la primera teniente de alcalde, Laia Bonet; el presidente del Puerto, José Alberto Carbonell; el consejero delegado de Enagás, Arturo González, y la ceo de Veolia, Estelle Brachlianoff.

El proyecto permite aprovechar el frío del proceso tradicional de regasificación, que usa agua de mar para transformar el GNL (que está a -160 grados) en gas natural.

La tecnología permite recuperar el frío residual e inyectarlo a 20 grados negativos en una red cerrada de refrigeración que llega a la zona sur de Barcelona y a parte de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

MERCABARNA Y FIRA DE BARCELONA

Este frío se servirá a Mercabarna, al recinto Gran Via de Fira de Barcelona, al Complejo Administrativo de la Generalitat y a edificios de oficinas y residenciales, entre otros.

El proyecto permitirá la generación de 131 GWh de energía sostenible y la reducción de 32.000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono al año.

PROYECTO "ÚNICO Y PIONERO"

Bonet ha explicado que este proyecto se comenzó a dibujar en 2006 y ha destacado que es "único y pionero", por lo que Barcelona se sitúa en la vanguardia de la sostenibilidad, y ha añadido que se puede replicar en cualquier otra ciudad con plantas de regasificación.

Carbonell ha dicho que el Puerto de Barcelona y la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) también aprovecharán el frío que generará la planta, y ha definido el proyecto como "difícil pero muy exitoso".

González ha detallado que Enagás ha construido una caja de frío de 15 MW y Veolia, un 'fríoducto' de 4,5 kilómetros, y ha destacado que es "un ejemplo de colaboración público-privada".

Brachlianoff ha explicado que el proyecto garantiza el precio de la energía durante los próximos 10 ó 20 años y ha dicho que "marca el camino" para otras ciudades de Europa y del mundo.