Nostalgia, fuerza, amor y amistad, protagonistas de la velada
PERALADA (GIRONA), 6 (EUROPA PRESS)
El Béjart Ballet Lausanne ha dado la noche de este jueves el pistoletazo de salida al 31 Festival Castell de Peralada (Girona), que se prolongará hasta el 17 de agosto, con un canto al ballet y un sentido homenaje al bailarín y coreógrafo Maurice Béjart, en el 30 aniversario del traslado de su compañía a Lausanne y el 10 aniversario de su muerte.
A cargo del coreógrafo Gil Roman, la noche ha tenido dos partes muy diferenciadas: la primera, la nueva coreografía de Roman 't'M te variatons...' --de 50 minutos--, una propuesta donde maestro y discípulo se han reencontrado en el escenario para dialogar a través del movimiento.
Este diálogo --del que Roman ya avisó que había concebido como "escritura"-- se ha entablado en una especie de diario, partiendo de unas cartas enviadas por Maurice a Gil, de ahí el constante sonido de trazos sobre pizarra que han atravesado la pieza acompañados de susurros, nostalgia, amor y amistad.
En su conjunto, esta pieza ha sido una oda al ballet, tanto clásico como contemporáneo, pero también un desafío a los límites de esta disciplina con sus ingredientes puestos en los extremos: una bailarina ha danzado descalza punteras en mano después de momentos de electrónica hecha en directo, que han acompañado gran parte de las secuencias festivas de esta celebración de la danza, que ha tenido como banda sonora Nick Cave y Warren Ellis.
En la segunda parte del programa, que lleva por título de 'Béjart fête Maurice', la compañía ha rendido homenaje al maestro a través de un ballet construido con extractos de algunas de sus coreografías más íntimas y personales e incluso poco conocidas por el gran público, como 'Héliogabale', 'Und so weiter', 'Dibouk' y 'Bhakti III'.
A través de esta selección, Roman se ha planteado el sentido global de la danza, lanzando la misma cuestión al público de la mano de la herencia de Béjart durante 55 minutos.
El conjunto ha sido una evocación total del coreógrafo, que, pese a una puesta en escena muy sencilla, ha mantenido de alma presente al bailarín nacionalizado belga, pero también ha sido una búsqueda de nuevas fronteras y cotos a la libertad creativa.
Roman ha expuesto la noche de este viernes un legado, pero también ha planteado dónde están los límites de la disciplina, creando sin cesar según lo acordado con Béjart, un reto que el público ha saboreado sin prejuicios a juzgar por la ovación final.
No es la primera vez que el Béjart Ballet Lausanne actúa en Peralada, y repetirá la noche del viernes con la misma propuesta.
La velada ha contado con el debut del nuevo conseller de Cultura de la Generalirat, Lluís Puig --al que todos los asistentes han felicitado--, así como el expresidente de la Generalitat Artur Mas, y el delegado del Gobierno, Enric Millo.