BARCELONA, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
La comunicadora audiovisual y experta en Marketing Online Belén C.Díaz ha debutado en el ámbito novelístico con 'El tiempo de Breitner', un viaje vital ambientado en Barcelona y Ámsterdam que narra un año de la vida de una treintañera que, después de romper con su novio y perder su trabajo, decide cambiar de aires y mudarse a la capital holandesa.
Como ha explicado la autora en una presentación de la novela autopublicada en Amazon, la protagonista de la historia --Júlia-- se enfrentará al reto de volver a empezar de cero mientras echa de menos todo lo que dejó atrás.
"Por el camino, descubrirá que el tiempo, por sí solo, no es capaz de solucionar los problemas y que, a veces, hay que volver atrás para poder, definitivamente, avanzar", cuenta Díaz sobre la historia que habla sobre el cambio, sobre el significado de irse, de ser mujer con 30 años y del encaje de las expectativas con la realidad.
El título de la novela se remite a una antigua expresión holandesa que habla sobre el tiempo gris y el cielo plomizo que es típico en Holanda y que el pintor impresionista George Hendrik Breitner plasmó en sus cuadros.
De hecho, el cuadro 'El puente sobre el Single en la Paleisstraat' de Breitner se encuentra en el Rijksmuseum de Ámsterdam y tiene un papel destacado en la historia, porque "Júlia se siente un poco como el tiempo" que refleja el artista.
La autora, que hace dos años dejó Barcelona para mudarse a la ciudad holandesa de Utrecht, admite que el libro contiene rasgos de autoficción, aunque asegura: "Júlia no soy yo, pero su mundo es cercano a mi, y casi todas las cosas que cuenta han pasado a mujeres de entre 30 y 40 años. Habla de cosas que son muy de verdad".
"HABLA COMO YO, PERO NO SOY YO"
"Júlia habla como yo, pero no soy yo", ha dejado claro la autora, que ambienta la historia en espacios reales como la frecuentada Bodega Quimet del barrio de Gràcia.
Cuando empezó a escribir la historia, en un ritual periódico de visita a un lago de Utrecht tras un paseo en bici, no tenía claro en qué iba a desembocar la escritura, pero al alcanzar el noveno capítulo se dio cuenta de que el relato tomaba forma de novela, y se decidió a culminar uno de sus anhelos vitales.