Foto: CSIC
BARCELONA, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las bellotas se dispersan mejor cuando el bosque huele a ratón que cuando huele a jineta, según un estudio llevado a cabo en el Parque Natural de Collserola.
En el estudio han participado investigadores del Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (Creaf).
El descubrimiento, publicado en la revista 'Functional Ecology', indica que la detección de distintos tipos de peligro a través del olfato cambia la manera en que los roedores buscan y manipulan las bellotas, debido al papel clave que tienen estos animales en la dispersión de las semillas, lo que afecta a la regeneración natural de las plantas, ha informado este lunes el Creaf en un comunicado.
Los ratones de campo tardan más tiempo en acercarse a las bellotas cuando perciben el olor de una jineta --uno de sus depredadores-- que cuando huelen otros ratones o no distinguen un olor en especial.
Además, el miedo a las jinetas les hace ser más cautos en sus movimientos y pasar más tiempo en vigilancia, un periodo en el que dejan de buscar bellotas.
En cambio, cuando detectan el olor de otros ratones --que compiten con ellos por el alimento--, dedican una gran parte del tiempo a olisquear el terreno para descubrir las mejores bellotas, una diferencia de comportamiento que se produce en cuestión de minutos y en un espacio de pocos metros.
Cuando las encuentran, prefieren ocultar algunas de ellas a corta distancia y con rapidez para poder volver a por más con el objetivo de evitar que sus competidores les roben el alimento encontrado.
Para realizar el experimento, los investigadores instalaron cámaras de filmación continua frente a grupos de bellotas etiquetadas en las parcelas permanentes de Can Blasc; junto a ellas colocaron en algunos casos algodones impregnados sólo con agua, en otros agua mezclada con excrementos de ratones y en otros, con excrementos de jineta.
OLVIDOS FRECUENTES
Los ratones se olvidan con frecuencia de dónde han escondido las bellotas, y a veces mueren por causas diversas antes de volver a por ellas: cuanto mayor sea la proporción de semillas que hayan logrado enterrar, mayor probabilidad de que germinen nuevas plantas.
Por ello, es mejor que haya una buena población de roedores y no de jinetas para poder regenerar más las plantas y dispersar mejor las semillas.