BARCELONA, 3 May. (EUROPA PRESS) - Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una organización criminal de la que han detenido a cinco miembros de nacionalidad chilena que se dedicaban a robar en domicilios de Catalunya, para lo que usaban coches alquilados que uno de los integrantes bendecía porque pensaba que les daba suerte. La investigación, que comenzó el 21 de marzo a raíz de un robo en Solsona (Lleida), les relaciona con una treintena de robos en viviendas de Catalunya y Aragón, han informado los Mossos este miércoles en un comunicado. Los miembros de la banda eran delincuentes con un alto grado de especialización en robos en domicilios que comenzaban su rutina diaria muy temprano: vivían en Barcelona, iban muy bien vestidos para no llamar la atención y se desplazaban por vías secundarias a poblaciones pequeñas o urbanizaciones aisladas con poco tráfico. Siempre utilizaban vehículos de alquiler que cambiaban semanalmente y que ponían a nombre de diferentes miembros del grupo para dificultar la tarea policial, llegando a gastar más de 3.500 euros en dos meses en alquiler de coches. Los agentes les localizaron el 6 de abril y detuvieron a uno de ellos tras cometer un robo en una casa de Sant Hipòlit de Voltregà (Barcelona), tras lo que ingresó en prisión. El 19 de abril se llevó a cabo un operativo policial que comportó la detención del resto de los integrantes --tres hombres y una mujer-- en el peaje de la Roca del Vallès, después de haber realizado un robo en Espolla (Girona). El mismo día se realizó la entrada y registro en los domicilios de los detenidos en Barcelona, donde se localizaron objetos procedentes de los robos como joyas, dispositivos electrónicos, relojes, perfumes y 150 bolsas pequeñas que contenían marihuana preparadas para su venta; parte del material intervenido se localizó en el interior de una caja de cartón preparada para ser enviada a Chile por correo. Los arrestados daban salida al material sustraído haciendo envíos de paquetería a ese país o vendiéndolos directamente a terceros o en tiendas de segunda mano, sistema que les permitía disponer de dinero en efectivo para su operativa diaria. Los miembros del grupo llevaban tres meses en España y la mujer, de nacionalidad española pero nacida en Chile, les facilitaba su domicilio como lugar de residencia y centro de operaciones. El 22 de abril los cuatro detenidos pasaron a disposición judicial al Juzgado de Instrucción de Solsona y el juez determinó prisión provisional para ellos.