La Cámara de Barcelona revisa al alza el crecimiento del PIB catalán hasta el 3,3%

   BARCELONA, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Cámara de Comercio de Barcelona ha revisado al alza --por tercera vez consecutiva-- la previsión de crecimiento del PIB de Catalunya para el conjunto de este año y lo ha situado en el 3,3%, prácticamente igual que el año pasado (3,4%), lo que se debe a que la economía catalana se está comportando "mucho mejor de lo que se preveía".

El presidente de la Cámara de Barcelona, Miquel Valls, ha destacado en rueda de prensa este jueves que la desaceleración mundial, las turbulencias financieras y la incertidumbre política en España "han tenido unos efectos reducidos o nulos" sobre la actividad económica a corto plazo en Catalunya y se han visto compensados por la buena marcha del consumo interno y la creación de empleo.

Valls ha señalado que si se cumple esta previsión supondrá que el PIB catalán crecerá dos décimas más que el conjunto del PIB español, y ha considerado que la mejora de la economía catalana se debe al "espíritu emprendedor del empresariado catalán", que ha impulsado sus inversiones en innovación para mejorar su competitividad.

De cara a 2017, la Cámara mantiene una previsión de desaceleración de la economía catalana, aunque también ha revisado al alza la cifra de crecimiento, hasta el 2,7%, pero ha afirmado que estará sujeta al impacto que puede acabar teniendo el 'Brexit'.

Valls ha señalado que la coyuntura económica aún es favorable para empresas y familias, pero ha alertado de que "los riesgos no se han desvanecido, sino que solo se han pospuesto", ante lo que ha concluido que es fundamental que el nuevo Gobierno central dé confianza a los agentes económicos y emprenda las reformas necesarias, entre las que ha remarcado la reducción del gasto público.

IMPUESTO DE SOCIEDADES

Ha alertado de que lo que puede tener un impacto negativo es la reforma del impuesto de sociedades, que establece el pago adelantado sobre el resultado contable de al menos el 20% para empresas con una facturación superior a 20 millones de euros, lo que Valls ha asegurado que puede tener consecuencias importantes en empresas medianas con dificultades de liquidez.

Ha criticado que el Gobierno haya optado por esta medida para reducir el déficit en vez de hacer reformas estructurales que disminuyan los gastos de las administraciones públicas.