El debate confirma su apuesta por un referéndum de independencia con el aval o no el Estado
BARCELONA, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha superado este jueves la primera cuestión de confianza en la historia del Parlament desde la restauración de la democracia, gracias a los 72 votos a favor de JxSí y la CUP, y pese a los 63 en contra de C's, PSC, SíQueEsPot y PP.
JxSí y la CUP han restablecido la estabilidad parlamentaria después de la promesa del presidente de un referéndum de independencia en septiembre de 2017, pero la CUP no ha dado su garantía de que aprobará las cuentas que presente el Govern para el próximo año.
Puigdemont abrió el miércoles el pleno advirtiendo a la CUP de que anticipará las elecciones si no aprueba las cuentas: eso truncaría sus planes de referéndum, por lo que el pleno ha acabado con el proceso soberanista sujeto a la negociación presupuestaria de las próximas semanas.
Así, el presidente ha aceptado la principal demanda de la CUP para recuperar su apoyo: un referéndum cuente o no con el aval del Estado, aunque no ha obtenido a cambio su principal demanda, un compromiso de la CUP de aprobarle las cuentas.
La diputada de la CUP Anna Gabriel ha asegurado que su partido negociará las cuentas que presente el vicepresidente, Oriol Junqueras, pero no puede garantizar un 'sí': "No rechazamos de entrada los Presupuestos, pero apoyar la cuestión de confianza no les da carta blanca para aprobar unos presupuestos en que no creemos".
Puigdemont ha replicado a la CUP que no quiere imponerles las cuentas, sino negociarlas, pero también ha advertido de que, sin la estabilidad parlamentaria que dan unos Presupuestos aprobados, el proceso soberanista se pondría muy difícil: "Si llenamos la ruta de obstáculos, el referéndum es inviable".
REFERÉNDUM PACTADO
La intención de Puigdemont es que el referéndum sea pactado con el Estado, aunque él mismo ha admitido que lo ve difícil porque no ve a ningún líder estatal con el "coraje" para negociarlo, y ha asegurado que lo hará aunque reciba el rechazo frontal del Gobierno central.
El presidente ha evitado en todo momento utilizar la terminología 'Referéndum unilateral de independencia' (RUI), para prescindir de las connotaciones negativas del término unilateral, pero ha dejado claro que lo hará: "O referéndum o referéndum", dijo en la sesión parlamentaria del miércoles.
SIN MÁS APOYOS
Aparte del 'sí' de la CUP, Puigdemont no ha encontrado más apoyos en el resto de partidos de la oposición: SíQueEsPot avala el referéndum pactado, pero no comparte la parte de la hoja de ruta soberanista que se adentra en la unilateralidad, ha explicado el líder del grupo, Lluís Rabell.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, rechaza los planes de Puigdemont, aunque se ha abierto a pactar con los independentistas para desbloquear la investidura de un nuevo presidente del Gobierno central: "No pido que cambien los objetivos, sino que se planteen colaborar con el cambio político en España, que no condicionen la investidura a la obtención de un referéndum".
La líder de C's, Inés Arrimadas, ha ironizado: "Mas que un referéndum se podría llamar un 'neveréndum' porque no va a ser solución a nada", y el coordinador del PP catalán, Xavier García Albiol, ha avisado de que el Estado no permitirá que "nadie" convoque un referéndum independentista.
CONFIANZA SÍ, APLAUSOS NO
Tras el recuento de votos y de que la presidenta Carme Forcadell confirmara que Puigdemont tiene la confianza de la Cámara, el presidente ha recibido una ovación de JxSí, mientras que los diputados de la CUP no han aplaudido, ni los del resto de la oposición.
Puigdemont ha estrechado la mano a todos los líderes de los grupos antes de salir de la Cámara, adonde deberá volver el miércoles para el Debate de Política General, cuando de nuevo se pondrá a prueba el grado de confianza entre JxSí y la CUP.