BARCELONA 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El exconseller de Economía de la Generalitat Antoni Castells ha asegurado en juicio como testigo que no recibió ningún tipo de presiones del expresidente del Palau de la Música, Fèlix Millet, ni de su mano derecha, Jordi Montull, para impulsar el proyecto de construcción de un hotel de lujo junto a la institución cultural.
En su declaración como testigo de aproximadamente una hora este jueves en la Audiencia de Barcelona, Castells ha dicho a preguntas de las defensas que si en vez de Millet hubiese sido otro el presidente del Palau, él, "evidentemente", habría actuado de la misma manera apoyando el plan.
Ha insistido en que sus contactos con Millet han sido "escasísimos" y siempre han respondido al interés público y al de la Generalitat, que sus primeros encuentros fueron al poco de ser nombrado conseller y que, además, los primeros no tenían por objeto temas del Palau sino de Agrupació Mútua, que también presidía entonces el máximo mandatario de la institución cultural.
También ha dicho a preguntas del fiscal especial de Barcelona para los delitos urbanísticos, Antoni Pelegrí, y de las partes, que tampoco recibió presiones de la entonces cúpula de urbanismo del Ayuntamiento que encabezaba el exconcejal de Urbanismo y también exsecretario de Presidencia de la Generalitat, Ramon García-Bragado, imputado en la causa.
Castells ha relatado que quien buscó al promotor de la obra --que nunca llegó a materializarse-- fue la fundación del Palau, y que no sabe exactamente de qué manera tenía que hacerlo, pero que "de acuerdo con el convenio" la Conselleria controlaba esta adjudicación.
Además, ha recordado que con el plan la Generalitat recibiría 5,5 millones de euros --que nunca llegó a recibir-- por una permuta de usos entre un edificio que esta tenía en al plaza de Sant Jaume (que eran para uso residencial), y la finca cercana al Palau de la Música donde se pensaba construir (que eran para equipamientos), ya que los primeros perdían valor con el cambio.
OTRO TESTIGO
También ha declarado como testigo este jueves el técnico urbanista Xavier Sust, colaborador en el proyecto del arquitecto imputado, Carlos Díaz, y que ha asegurado que siempre creyó que titularidad de las fincas donde se proyectaba el hotel eran de la fundación del Palau, y no sabía que habían pasado a manos de la promotora, Olivia Hotels.
Según las tesis de la Fiscalía y las acusaciones, los implicados en la supuesta trama trataron de ocultar que la propiedad del terreno la tenía ya la promotora y no la fundación, con el objetivo de aparentar que había un interés público.