BARCELONA 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
El catalán Lluís Pallarés obtuvo la quinta posición en la Maratón del Polo Norte de 42 kilómetros, en la que participó la semana pasada vestido de espermatozoide, patrocinado por el Institut Marquès de Barcelona, para denunciar los efectos de la contaminación sobre la fertilidad.
El grupo de 24 atletas, siendo Pallarés el único español, partió el 7 de abril a Noruega y tuvo que soportar temperaturas de 20 grados bajo cero, y rachas de viento de hasta 60 kilómetros hora.
"Culminar un reto así es una experiencia única, cuando acabé la carrera pasé una hora temblando de emoción, de dolor, de agotamiento, de descompensación y de profunda alegría por haberlo conseguido", señaló Pallarés.
Con esta acción, Pallarés quiso poner de manifiesto los efectos de la contaminación sobre la fertilidad masculina. De hecho, recordó el Instituto Marqués, el informe 'The tip of the iceberg: Chemical contamination in the Artic' de WWF/Adena alerta de la presencia en el Ártico de sustancias químicas potencialmente tóxicas que se producen en Europa y Norteamérica.
Se trata de productos químicos industriales y agrícolas que las corrientes atmosféricas, fluviales y marinas, los hielos a la deriva y las rutas de las especies migratorias transportan desde lugares muy distantes hasta el Ártico.
"Incluso en un lugar aparentemente virgen y no explotado como el Ártico se perciben los efectos de la contaminación, hasta el punto de que se ha convertido en el basurero tóxico del planeta", señaló la directora del Instituto Marquès, Marisa López-Teijón.
Precisamente para llamar la atención sobre este problema, la intención de Pallarés era correr la maratón vestido de espermatozoide, aunque no pudo ser toda, con un traje especialmente diseñado para esta aventura extrema.
La prueba se disputó a 90 grados de latitud norte y el punto de encuentro es la isla de Spitsbergen, una zona protegida y cubierta por glaciares perteneciente a Noruega, donde la temperatura nunca sube de los 15 grados bajo cero.
Desde allí, los participantes volaron en un Antonov ruso hacia la base Berneo para tomar después un helicóptero que los llevaría al Polo.
La preparación de Lluís Pallarés fue supervisada por el equipo médico del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat del Vallès (Barcelona), especializado en el entrenamiento de deportistas de élite.
Durante varias semanas, Pallarés estuvo entrenando en una cámara climática a 10 bajo cero y 20 por ciento de humedad. También recibió asesoramiento en cuanto a la dieta que debía seguir los días previos a la prueba y los alimentos que debía llevarse, deshidratados, liofilizados, geles de hidratos de carbono testados para que no se congelen y bebidas energéticas.