Se usan para pacientes pediátricos y tumores de difícil acceso con resultados "prometedores"
BARCELONA, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Catalunya tendrá dos aceleradores de protones en el sistema de salud público para tratar pacientes de cáncer, después de un acuerdo entre el Ministerio de Sanidad y las consejerías de Salud de siete comunidades autónomas con la Fundación Amancio Ortega Gaona para la instalación de diez aparatos en diferentes puntos de España.
En un comunicado de la Conselleria de Salud de la Generalitat este miércoles, el Govern ha informado de que en Catalunya se podrán beneficiar de estos dos aceleradores hasta 200 pacientes el primer año.
Estarán en el Parc Sanitari Pere Virgili de Barcelona y el objetivo del convenio es que en un plazo de cuatro años se hagan las actuaciones necesarias para su instalación.
Las indicaciones del tratamiento con protones van aumentando, según el departamento, y "las ganancias de esta técnica en el ámbito funcional y de resultados son muy buenos".
Se trata de una herramienta innovadora en el tratamiento de pacientes pediátricos y cada vez más en el de adultos, y su implantación es "esencial para ofrecer a los pacientes tratamientos oncológicos con últimas tecnologías y un ejemplo de colaboración entre centros terciarios".
RESULTADOS "PROMETEDORES"
El principal beneficio en niños es la reducción en la toxicidad y en la aparición de segundos cánceres producidos por la propia radioterapia convencional; los resultados clínicos son "prometedores" tanto en probabilidad de curación como en mejora de la calidad de vida.
Se ha demostrado que el tratamiento con protones es más preciso y ayuda al mantenimiento de funciones como la capacidad cognitiva, la visión y la audición, en relación a otras terapias.
Esto se debe a que los protones son más precisos al irradiar el tumor y, por tanto, no afectan a los tejidos sanos cercanos al tumor, lo que reduce los efectos adversos.
Precisamente por esa capacidad de localización, en adultos se prevé que aumente el uso de este tratamiento en el futuro para tumores de acceso muy complejo, como la base del cráneo o el interior del globo ocular.