BARCELONA 21 May. (EUROPA PRESS) -
CiU y PSC se disputan este domingo su hegemonía municipal en Catalunya en una cita con las urnas cuya principal incógnita es saber si el movimiento del 15M, que pide reformas de calado en el sistema política, tendrá consecuencias.
Otros interrogantes que hay sobre la mesa es si los votantes pasarán factura a CiU por los recortes que ha empezado a hacer el Govern de Artur Mas en salud, educación y servicios sociales, y cuya concreción se ha pospuesto para después de la contienda electoral.
Después de que el PSC cosechase en las catalanes de noviembre el peor resultado de su historia, ahora está por ver si le pasará factura la gestión económica de José Luis Rodríguez Zapatero, el difícil mandato que ha tenido el alcalde Jordi Hereu con polémicas como la consulta de la Diagonal, el agujero de 7.600 millones de déficit que Mas ha heredado del tripartito y el voto en contra de sus 25 diputados en el Congreso del fondo de competitividad.
Barcelona es la plaza más disputada, ya que por vez primera en la historia de la democracia, los sondeos no son favorables al PSC, aunque Hereu ha asegurado que durante los días ha remontado y se ve en condiciones de dar el 'sorpasso' a un Xavier Trias que ya se ve como alcalde.
En el punto de mira están también las diputaciones provinciales y las alcaldías de Girona y Tarragona, que CiU aspira a arrebatar a la izquierda, un objetivo que parece mucho más complicado en Lleida, donde según los sondeos, Àngel Ros puede renovar su mayoría asoluta.
Otra de las principales incógnitas es si el PSC mantendrá su hegemonía en la conurbación de Barcelona, territorio políticamente conocido como 'cinturón rojo' pese al lento pero progresivo ascenso que está experimentando el PP, sobre todo en poblaciones como Badalona, donde la izquierda y CiU lamentan el tono "populista y xenófobo" del popular Xavier García Albiol.
En cambio, las aguas parecen mucho más tranquilas para el PSC en Santa Coloma de Gramenet --pese al caso Pretoria--, Sabadell y Rubí, mientras que confía en recuperar plazas como Vielha.
CiU aspira a arrebatar a los socialistas plazas como Vilanova i la Geltrú, Castelldefels, Manresa, Olot, Berga, Solsona, Mataró, Salt --tras los recientes disturbios xenófobos-- y mantener sus fortines de Vic, Sant Cugat, Figueres y Tortosa.
Por su parte, el PP confía en ser decisivo para la formación de mayorías, ERC aspira a que la coalición con Reagrupament y Democràcia Catalana le permita superar el descalabro que sufrió en las autonómicas, mientras que los sondeos auguran que ICV-EUiA seguirá manteniendo su electorado fiel y consolidado.
CENSO DE 5,4 MILLONES DE CATALANES
Están convocados a las urnas 5,4 millones de catalanes mayores de 18 años, 54.000 personas menos que hace cuatro años.
De todos ellos, casi 67.000 extranjeros podrán participar, lo que supone casi un tercio más que hace cuatro años, mientras que 27.400 jóvenes tendrán la oportunidad de votar por primera vez.
Este sábado se decidirá la composición de 947 ayuntamientos, compuestos por 9.137 concejales, y de forma indirecta los miembros de las Diputaciones provinciales y 40 consejos comarcales.
En la Val d'Aran, además, casi 6.700 electores podrán votar a los 13 miembros que forman el Conselh Generau d'Aran, expresión propia del autogobierno aranés.
En total, se han presentado 3.811 candidaturas y se desplegarán 1.800 policías locales y 6.000 Mossos d'Esquadra para garantizar la seguridad de los más de 2.700 colegios electorales, donde hay 8.144 mesas.
Según los datos oficiales, casi 40.000 catalanes ya han votado por correo.