Condenada a 15 años por matar a una joven a la salida de una discoteca de Cornellà (Barcelona)

La sentencia del jurado, de acuerdo con el veredicto, absuelve a la otra acusada de ser cómplice

BARCELONA, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

La sentencia del juicio con jurado celebrado en la Audiencia de Barcelona condena a 15 años y medio de cárcel a la acusada de matar a Kristen Y. P. a la salida de la discoteca Capitolio el 28 de junio de 2020 en Cornellà de Llobregat (Barcelona) y absuelve a la otra procesada como cómplice del crimen, a la que sólo condena a una multa por un delito de maltrato de obra.

A la autora confesa de los hechos la considera autora de un delito de asesinato, pero no le aplica ninguna de las cinco atenuantes que solicitaba su defensa (de arrebato, defensa putativa, reparación del daño por haber consignado 62.000 euros y por actuar bajo el influjo de bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes).

Además de condenarla a 15 años y 6 meses de prisión le impide acercarse a menos de 1.000 metros del lugar donde se encuentren, residan o trabajen los padres y el hermano de la víctima, así como comunicarse con ellos por cualquier medio durante 20 años y tendrá que indemnizarlos con un total de 230.000 euros.

A la segunda acusada la absuelve de complicidad en el delito de asesinato y la condenan por un delito leve de maltrato de obra a la pena de 300 euros de multa.

EL CRIMEN

El asesinato de Kristen Y. P. se produjo frente a la discoteca Capitol, ubicada en el polígono de Can Famades de Cornellà de Llobregat (Barcelona), durante la madrugada del 28 de junio de 2020.

Según los hechos probados, la acusada asestó a Kristen Y. P. dos puñaladas con un arma blanca que le produjeron dos heridas inciso penetrantes, y una de ellas le perforó el pulmón derecho y le provocó un shock hemorrágico que derivó en su muerte.

Sin embargo, no ha quedado probado que la acusada lo hiciera como consecuencia del "estado de intenso nerviosismo y preocupación" que le generó el hecho de haber visto instantes antes a Kristen Y. P. propinando una patada a su marido ni tampoco que la otra procesada acorralara a la víctima para posibilitar el ataque de la primera, aunque sí la golpeó.