BARCELONA, 31 May. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Barcelona ha condenado a 26 años de cárcel a un hombre por asesinar a su expareja asestándole 23 puñaladas por la espalda con un machete de 12,5 centímetros en Castelldefels el 12 de agosto de 2015.
Según la sentencia, dictada en base al veredicto del Jurado, la víctima había salido de su casa a las 6.30 horas de ese día y se dirigió al parking para coger su coche para ir al trabajo cuando su exnovio la abordó por la espalda, ocultando el rostro con una capucha.
La mujer solo se percató del ataque cuando empezó a recibir las puñaladas por la espalda, según recoge la sentencia, que recalca que el acusado actuó para provocarle "el mayor sufrimiento posible antes de morir", causándole, afirma el tribunal, un sufrimiento muy intenso.
El tribunal consideró probada la autoría del acusado porque se encontraron huellas suyas en el machete, que tenía a su vez sangre de la víctima, y por la declaración de dos testigos directos que persiguieron al agresor y le retuvieron, llegando a verle la cara, entre otras pruebas.
Además, en el juicio declararon varios testigos a quienes el acusado les confesó el crimen, poco después de los hechos, y "que lo había hecho porque le hacía la vida imposible y ya no podía más", recoge la sentencia.
La Audiencia le ha considerado culpable de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento con agravante de disfraz y de vínculo de parentesco, por lo que aplica la pena máxima que prevé el Código Penal, de 25 años de cárcel, y le condena también por posesión de arma prohibida al usar el machete para un uso no reglado, a un año de prisión.
También se acuerda una indemnización a quien era la pareja de la mujer, a su hijo y a sus padres de casi 200.000 euros en total.