BARCELONA 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona han logrado secuenciar y analizar por primera vez el genoma de la remolacha azucarera, un trabajo realizado junto con el Instituto Max Planck de Genética Molecular y la Universidad de Bielefeld.
La investigación, que publica la revista 'Nature', permite obtener información detallada sobre cómo el genoma ha llegado a seleccionarse de forma artificial a lo largo del tiempo, ha explicado el CRG en un comunicado.
A pesar de ello, y según datos de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU (FAO), el azúcar que procede de la remolacha representa casi el 30% de la producción mundial de azúcar en el mundo, y es una de las fuentes utilizadas en la producción de bioetanol y piensos.
El conocimiento del genoma permitirá una mejor caracterización de los genes implicados en la producción de azúcar, ha indicado el CRG, que considera los datos "fundamentales" para mejorar el cultivo en relación con el rendimiento y la calidad para llegar a un cultivo energético sostenible.
La remolacha azucarera se convierte así en la primera planta con flores del grupo de las cariofilales --11.500 especies en total-- con el genoma secuenciado, un grupo que incluye también las espinacas y la quinua, además de plantas carnívoras y del desierto.
CASI 27.500 GENES
Los científicos han descubierto en total 27.421 genes que codifican para proteínas, "más de los que codifican para proteínas en el genoma humano", si bien son menos los que codifican para factores de transcripción de los que se pueden encontrar en otras plantas con flores que ya han sido secuenciadas.
Por ello, apuntan a que puede acoger genes hasta ahora desconocidos que estarían implicados en el control transcripcional, mientras que las redes de interacción de genes podrían haber evolucionado de manera diferente en esta especie que en otras.
Los investigadores han analizado también los genes de resistencia a enfermedades, identificables gracias al dominio de proteínas, lo que les permite concluir que éstos son particularmente plásticos; además de haber descrito hasta 7 millones de variante en todo el genoma.
La secuenciación de la remolacha azucarera, ha subrayado el CRG, permitirá en un futuro desarrollar estudios sobre la disección molecular de la selección natural y artificial, la regulación de genes y la interacción entre genes y medio ambiente, así como los enfoques biotecnológicos para personalizar el cultivo a diferentes usos en la producción de azúcar.