BARCELONA 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
Cuatro de las siete universidades públicas catalanas --la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), la de Barcelona (UB), la Rovira i Virgili (URV) de Tarragona y la de Lleida (UdL)-- han impulsado durante este curso programas de becas para alumnos de familias con dificultades económicas sobrevenidas que no pueden pagar la matrícula, que este curso se ha encarecido un máximo del 66% en Catalunya, dependiendo de la renta.
En una entrevista de Europa Press, el vicerrector de docencia de la UdL, Francisco Garcia, ha explicado que el objetivo es que "ningún estudiante con capacidad intelectual queda fuera de la universidad a estas alturas del curso", lo que para las familias supondría un drama y una preocupación extraordinaria.
Se trata de alumnos a los que se ha denegado la beca general del Ministerio o la equidad de la Generalitat porque no reunían las condiciones económicas en el momento que presentaron la documentación, pero que un cambio repentino de la situación familiar les ha impedido hacer frente al coste de la matrícula: "En dos años hay muchos más parados y precariedad", ha constatado Garcia.
La UdL, que tiene un nivel de morosidad del 0,9%, destinará 30.000 euros a estas ayudas --pueden subvencionar el 75% de la matrícula o el 100% en los casos más excepcionales-- que utilizarán de otras partidas, y no descartan ampliar la dotación si lo piden más estudiantes de los 200 que prevén que la necesitarán --el centro tiene 10.000 alumnos--.
En septiembre de 2012, la UAB implementó la primera convocatoria del programa 'Finestreta' para paliar el efecto de la crisis entre sus alumnos, dotado con 300.000 euros, del que han hecho hasta dos convocatorias más en enero y marzo de 2013, en las que se han presentado 205 estudiantes --en la primera recibieron 145 solicitudes--, según fuentes del centro.
También el Consejo de Gobierno de la URV aprobó a finales de abril una "convocatoria extraordinaria de becas de colaboración" de 100.000 euros para una cincuentena de estudiantes que, por situaciones sobrevenidas, no tienen ingresos y no disponen de ninguna beca pública.
UNIVERSIDAD DE BARCELONA
Precisamente, este miércoles la UB aprobó un presupuesto de 2013 que incluía un programa propio de becas dotado con 600.000 euros para paliar la subida de precios de la matrícula y tras concederse las becas públicas y constatar que no eran suficientes.
La vicerrectora de Estudiantes y Política Lingüística, Gemma Fonrodona, ha relatado a Europa Press que las primeras ayudas las establecieron al iniciar el curso para "apoyar a los estudiantes y a la sociedad, puesto que si no pueden acabar la carrera, la sociedad también está perdiendo dinero".
Las becas propias de la UB se centrarán en reequilibrar la diferencia de precio entre los umbrales de renta concedidos de la beca equidad, subvencionar a los estudiantes a los que se ha denegado la beca general y ayudar a los alumnos repetidores, puesto que el precio del crédito se incrementa si se curso por segunda vez una materia.
Fuentes de la UPC han señalado a Europa Press que no han puesto en marcha un programa de este tipo porque tienen alrededor de un 0,5% de morosidad --unos 200 estudiantes--, y abordan las situaciones de forma individualizada; la UPF y la UdG tampoco han aplicado esta medida.