"Podrían desempeñar roles fundamentales" en ciclos biogeoquímicos del océano global, según un estudio
GIRONA, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un equipo del Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC), la Universitat de València y la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ha identificado y caracterizado en Blanes (Girona) más de 20 nuevas especies y géneros de bacterias marinas de "gran importancia" biogeoquímica, informa el ICM en un comunicado este miércoles.
La investigación, publicada en 'Frontiers in Microbiology', muestra que estas bacterias, presentes en todos los océanos, "podrían desempeñar roles fundamentales" en los ciclos biogeoquímicos del océano global.
Para la elaboración del estudio, el equipo trabajó con muestras de Blanes, donde existe un punto de muestreo permanente del ICM, durante las cuatro estaciones, lo que permitió analizar cómo varía la comunidad microbiana a lo largo del año, y examinaron la morfología y fisiología de las bacterias, y secuenciaron sus genomas.
ESPECIES
Los análisis revelaron la existencia de 23 nuevas especies bacterianas y 6 nuevos géneros distribuidos en las siguientes clases: Alphaproteobacteria, Gammaproteobacteria, Bacteroidia y Rhodothermia.
Según los estudios genómicos, estas bacterias podrían desempeñar "roles cruciales" en los ciclos de carbono, nitrógeno, azufre, fósforo e hidrógeno en el océano, participando en procesos como la fijación de carbono, la desnitrificación o la oxidación de compuestos de azufre.
La investigación también reveló que estos grupos de bacterias están "ampliamente distribuidos en todos los mares y océanos", y las de la familia Flavobacteriaceae son las más abundantes y extendidas.
NOMBRES
A la mayoría de las nuevas bacterias se les han asignado nombres en referencia a su lugar de aislamiento (como blandensis, del nombre en latín de Blanes), la época o las características del cultivo (forma y color).
A cinco de ellas se les han puesto nombres en honor a mujeres microbiólogas: Zoe Rosinach Pedrol, Ruth Patrick, Katrina Edwards, Isabel Esteve y Pepita Castellví, que fue directora del ICM-CSIC y "la primera mujer en dirigir una base científica en la Antártida".
Este gesto es "especialmente significativo", ya que, según apunta el ICM, en la actualidad el 84,4% de los nombres de bacterias que honran a personas son masculinos.