Alcanza el 71% de los casos que ya la habían sufrido previamente
BARCELONA, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un estudio liderado por investigadores del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha detectado que la tasa de tuberculosis multirresistente en un zona rural Angola --Cubal-- es cuatro veces superior a la estimada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El trabajo, publicado en 'Emerging infectious diseases', ha detectado una tasa de los que la sufren por primera vez --primaria-- del 8%, frente al 1,8% que estimaba la OMS, y que en el caso pacientes que ya la habían sufrido previamente, la tasa asciende al 71%, frente al 21% de la OMS.
"Son las tasas de tuberculosis multirresistente más elevadas que se han encontrado nunca en el continente africano", ha destacado el coordinador de la Unidad de Medicina Tropical y Salud Internacional del Vall d'Hebron, Israel Molina, también miembro del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR).
La investigación se enmarca en un proyecto de colaboración con el Hospital Nossa Senhora da Paz de Cubal que se inició en 2008 para ofrecer investigación, asistencia y docencia.
Los científicos barceloneses observaron recientemente un elevado fracaso de los tratamientos contra la tuberculosis entre los pacientes que llegaban al hospital de Angola, por lo que iniciaron este estudio conjunto para detectar la tasa de tuberculosis multirresistente a los tratamientos entre el Servicio de Enfermedades Infecciosas y el Servicio de Microbiología de Vall d'Hebron.
Enviaron un aparato de diagnóstico molecular al Nossa Senhora da Paz para detectar la presencia de esta patología, con lo que pudieron realizar el diagnóstico en menos de dos horas "solo con el esputo, y, posteriormente, las muestras se enviaban congeladas a Vall d'Hebron", donde se corroboraron los diagnósticos, ha relatado la microbióloga Ariadna Rando.
PROGRAMA DE CONTROL
Este descubrimiento ha provocado un cambio en las políticas de salud de Angola, donde, según Molina, no se había realizado ningún estudio sobre la presencia de tuberculosis multirresistente, y este hallazgo ha condicionado que el Programa Nacional del Control de la Tuberculosis incluya los fármacos de segunda línea, es decir, los que se usan para tratar la tuberculosis multirresistente.
"Esto es fundamental no sólo para la persona que sufre la enfermedad, sino porque se reducen los nuevos contagios", ha añadido el investigador, que ha observado que la tuberculosis multirresistente es la que no responde a los dos antituberculosos más potentes --la isoniazida ni a la rifampicina--.
Esta patología constituye un problema de salud pública grave en muchos países en desarrollo, porque tiene peor pronóstico y el tratamiento es todavía más largo, tiene más efectos secundarios y requiere medicamentos más caros, lo que la convierte en uno de los grandes desafíos en salud pública a nivel mundial en los próximos años.