ERC de Barcelona pide a Collboni datos "concretos, exactos y fidedignos" sobre la Copa América

Reclamarán cambios legales para que los turistas asuman parte de la tasa de residuos

BARCELONA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

El portavoz de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Castellana, ha pedido datos "concretos, exactos y fidedignos" sobre el impacto de la Copa América en la ciudad antes de, textualmente, emitir una opinión sobre este evento.

Lo ha dicho después de que el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, haya descartado en una entrevista de Rac1 recogida por Europa Press que Barcelona acoja la próxima edición de la competición.

Castellana ha pedido rigurosidad y seriedad a la hora de valorar el impacto de los eventos, "en lugar de frivolizar y cambiar de opinión cada dos por tres".

"Hemos visto claramente en estas últimas semanas que tenemos pocos datos fiables", y ha reclamado al gobierno municipal un estudio sobre el impacto de la Copa América.

PROPOSICIÓN SOBRE LA TASA TURÍSTICA

Castellana también ha presentado una iniciativa que su grupo llevará al pleno de este viernes para pedir que el Ayuntamiento inste al Congreso a "abrir los cambios legales pertinentes" para modificar la tasa de residuos con el objetivo de que los turistas contribuyan a la limpieza y recogida de residuos.

"Queremos que los costes del turismo los asuman los turistas y no los barceloneses", ha sostenido Castellana.

OTRAS INICIATIVAS

Por otro lado, el portavoz adjunto, Jordi Coronas, ha explicado que también presentarán un ruego para que el gobierno municipal proteja la esencia e "identidad" de locales destinados a uso comercial.

El ruego también reclama al gobierno de Jaume Collboni que, de manera coordinada con las otras administraciones, realice en un plazo de 6 meses un censo de este tipo de locales con información sobre su uso, la licencia, las características, la superficie y el precio del alquiler.

Por último, también pedirán evitar el cierre de equipamientos como centros deportivos y escuelas por exceso de ruido en horario diurno, algo que ha tildado de medida absurda, por la función social incuestionable de estas actividades, y ha instado a buscar alternativas.