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BARCELONA, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los espacios verdes de la ciudad de Barcelona capturan 19.000 toneladas de CO2 al año, el 0,47% del total emitido, unos servicios ecológicos calculados en un valor económico de 300.000 euros.
Así lo indica un estudio elaborado por el Instituto de Ciencia y Tecnología Amibientales (Icta) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y del Centre de Investigaciones Ecológicas y Aplicaciones Forestales (Creaf).
Las zonas verdes de la ciudad, y a pesar de que el estudio contabiliza los 18 kilómetros cuadrados del parque natural de Collserola que están dentro del término municipal de la capital catalana, "no es relevante" para compensar las más de 4 millones de toneladas de CO2 que se emite --según datos de 2008--, ha explicado a Europa Press el principal autor del trabajo, Francesc Baró.
El trabajo, que publica la revista 'Ambio', concluye así que aumentar las zonas verdes para compensar la emisión de gases de efecto invernadero no sería coste-efectivo, ya que su afectación es muy baja, aunque sí lo sería en el caso de contaminantes como las PM10, ha precisado Baró.
El estudio analiza las emisiones de CO2 que pueden atribuirse exclusivamente a la actividad municipal, esto es, sin contar el tráfico privado o la actividad industrial, y concluye que en este caso las zonas verdes capturan hasta el 22,5% del total.
Teniendo en cuenta que el Ayuntamiento de Barcelona se ha comprometido a reducir las emisiones que dependen exclusivamente de él en un 23% entre 2011 y 2020, Baró ha precisado que en este caso las zonas verdes sí pueden ayudar a cumplir los objetivos.
El trabajo precisa que las zonas verdes de Barcelona son 28,93 kilómetros cuadrados, el 28,6% del espacio de la ciudad, aunque sin contar Collserola este porcentaje se reduce al 10,8%, con 10,98 kilómetros cuadrados: lo que representa pasar de 17,9 metros cuadrados por habitantes a 7 metros.
La cifra, no obstante, se encuentra muy lejos de otras ciudades europeas, especialmente del norte de Europa, donde pueden llegar a 300 metros por habitante, ha detallado Baró.
PARTÍCULAS CONTAMINANTES
En relación a contaminantes atmosféricos como las PM10 y los NO2, el trabajo concluye también que las zonas verdes capturan 300 toneladas de estas partículas, lo que equivale a 1,73 millones de euros al año.
El comportamiento de cada sustancia varía, ya que mientras que representan el 2,66% de las PM10, en el caso del NO2 representa un 0,43%, aunque los investigadores recuerdan que esta contaminación genera problemas de salud pública y la mejora del aire, aunque solo sea moderada, podría suponer un beneficio para los habitantes.
Baró ha detallado que, para reducir la presencia de NO2 en el aire, antes que aumentar las zonas verdes sería más efectivo reducir el tráfico rodado y las emisiones industriales, aunque en el caso de las PM10 sí que podría ayudar.
De hecho, el investigador ha subrayado que buena parte de estas sustancias llegan a Barcelona por la actividad del área metropolitana, por lo que si se contabilizan tan solo las PM10 que genera la ciudad, las zonas verdes sí serían un contrapeso efectivo, aunque "tampoco es la solución final", ha reconocido Baró.
El trabajo concluye además que existe cerca de 360 hectáreas de terreno en la ciudad potencialmente disponibles para realizar plantaciones y aumentar la vegetación de la ciudad, sin contar con la posibilidad de utilizar terrazas y azoteas: "Una gestión correcta de los espacios verdes a través de la selección de especies y las prácticas de mantenimiento puede contribuir igualmente a mejorar la calidad del aire", ha añadido el autor del artículo científico.