BARCELONA 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un estudio del Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona, centro impulsado por la Fundación La Caixa, ha revelado que el 56% de las muertes relacionadas con el calor en el verano de 2022 son "atribuibles" al cambio climático inducido por la humanidad (calentamiento antropogénico).
La investigación, publicada en 'Climate and Atmospheric Science', parte de un estudio previo que concluyó que las altas temperaturas causaron más de 68.000 muertes en 35 países europeos durante el verano de 2022, ha informado este marte ISGlobal en un comunicado.
El nuevo estudio ha concretado que 38.154 de las 68.593 muertes por calor "no se habrían producido si no existiera el calentamiento global", y que el número de estas defunciones por millón habitantes eran el doble en las regiones del sur que en el resto de Europa.
La investigadora Thessa Beck ha afirmado que el estudio "arroja luz sobre la medida en que el calentamiento global afecta a la salud pública" y ha explicado que no todas las personas se ven afectadas por igual, siendo las mujeres y los ancianos más vulnerables a los efectos adversos del aumento de las temperaturas.
El estudio constata un mayor número de muertes relacionadas con el calor atribuidas al cambio climático entre las mujeres (22.501 de 37.983 muertes) y las personas de 80 años o más (23.881 de 38.978 muertes) frente a los hombres (14.026 de 25.385 muertes) y las personas de 64 años o menos (2.702 de 5.565 muertes).
Según las conclusiones del estudio, entre el 44% y el 54% de la mortalidad estival relacionada con el calor entre 2015 y 2021 puede atribuirse al calentamiento global, y las cifras de 2022 muestran un incremento del 40% en la mortalidad relacionada con el calor y un aumento de dos tercios en la mortalidad atribuida al calentamiento antropogénico.
El investigador del proyecto Early-Adapt del Consejo Europeo de Investigación, Joan Ballester Claramunt, ha afirmado que el estudio hace un "llamamiento urgente" a los gobiernos europeos para que aumenten la ambición y la eficacia de las medidas de vigilancia y prevención para implementar las nuevas estrategias de adaptación y los esfuerzos globales de mitigación.