Cree que el robot asistencial quita "tareas menos significativas" al profesional de salud
BARCELONA, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
La doctora en Filosofía por la Universitat de Barcelona (UB) e investigadora del Instituto de Robótica e Informática Industrial (CSIC-UPC), Júlia Pareto, ha llamado a reflexionar sobre la IA en el ámbito social y asistencial: "Creo que el gran riesgo ético de la IA es la abdicación de la libertad humana".
La también investigadora del Instituto Universitario Europeo de Florencia cree que se debe pensar qué se hace y hacia dónde se va con los sistemas de IA, "lo que inevitablemente conduce a retomar temas fundamentales de la tradición filosófica", informa la Fundación La Caixa este viernes en un comunicado.
Ha recordado que la tecnología puede llevar a cabo tareas que antes estaban reservadas a los humanos porque necesitan de cierta interacción personal, pero que en la actualidad hay sistemas de IA corporeizados que "podrían asumir roles en el ámbito de la salud o de la educación que requieren el habla y los gestos".
Ha considerado que la novedad no está en la mediación tecnológica de estas actividades, sino en la transformación del carácter de la mediación: "Dada la capacidad de estos robots de interactuar con los humanos como casi-otros, podemos introducirlos en la dimensión más nuclear de prácticas relacionales como el cuidado".
Según ella, la narrativa es que los robots sirvan para aumentar la calidad del cuidado, "lo que no significa sustituir a los profesionales de la salud, sino usar los robots para descargarlos de las tareas menos significativas en términos de valor humano".
Pareto cree que, desde un punto de vista ético, esta política tecnológica debe ir acompañada de una reflexión sobre el cuidado, los valores y el para qué de esta práctica: "Si empezamos a delegar labores en las máquinas sin atender a estas cuestiones, estaremos atentando contra nuestra condición de seres autónomos".