El "héroe" que puso la primera denuncia y permitió aflorar 340 casos murió meses después
BARCELONA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las dos bandas de falsos revisores del gas desarticuladas por los Mossos d'Esquadra estafaron a 340 ancianos y buscaban entre sus víctimas a personas vulnerables de barrios con situaciones de pobreza, e incluso algunas que padecían enfermedades como el alzheimer, y en Catalunya les proponían instalar un detector de humo aprovechando una campaña institucional dirigida a víctimas de la pobreza energética.
En rueda de prensa, el subjefe del Área de Investigación criminal de Barcelona, Josep Antoni López, ha lamentado que se trata de "desalmados" que atacan a personas que deberían ser veneradas socialmente y más protegidas, en sus palabras.
Estos estafadores no tenían límite: en un caso estafaron dos veces al mismo hombre aprovechando que padecía alzheimer, y los investigadores tienen incluso una llamada de una víctima pidiendo a los revisores que no le cobraran que no tendría dinero para comer y aún así la estafaron.
Los seis estafadores detenidos en la operación --que ya habían sido arrestados en una actuación anterior-- buscaban a sus víctimas a través de una aplicación que incorpora listines telefónicos de distintas ciudades, y se centraban principalmente en Barcelona pero uno de los grupos también en Madrid, Guadalajara, Valladolid, Santander, Cáceres, Pontevedra, La Corunya y Valencia.
Para dar con potenciales víctimas buscaban nombres antiguos como Encarna, Engracia, Eustaquio, Eufrasio, Juana, Dolores y Angustias, entre otros, y les hacían una primera llamada para detectar si coincidían con el perfil que buscaban haciéndose pasar por la administración autonómica correspondiente y anunciado una inspección obligatoria.
Eran extrabajadores de una empresa legalmente constituida de revisiones y tenían conocimientos técnicos que exponían ante los afectados, y una vez estaban en la casa, para dar más credibilidad a su actuación, la víctima recibía una llamada de la falsa administración para corroborar que el técnico era legal, y aprovechando ese momento en que la víctima estaba distraída se cometían hurtos.
La media de edad de las víctimas era de 85 años y muchas de ellas no denunciaron por "miedo o vergüenza", ya que estaban bajo alerta de sus familias para evitar estafas y en un caso una llegó a expresar que temía que la pudieran ingresar en una residencia.
ESTAFARON MILES DE EUROS
Los Mossos han constatado que en total han estafado 88.000 euros a 340 víctimas en el último año, estafándoles una media de 250 euros por falsa revisión e instalación del detector de humo, y que ese dinero lo gastaban en prostitución, drogas y juego.
La primera denuncia la interpuso "el gran héroe" de esta historia, Eufrasio, de 94 años, en la comisaría de Nou Barris de Barcelona en marzo de 2016, permitiendo aflorar el resto de casos, aunque este hombre murió en octubre pasado, ha explicado el jefe de la comisaría, el inspector Joan Coll.
En la operación los Mossos, junto con la Guardia Civil, han detenido a seis personas de entre 28 y 36 años, en Barcelona, Alameda de la Sagra (Toledo) y Zafra (Badajoz), además de realizar tres registros en los que han encontrado recibos y otra documentación que probaría la estafa, y han recuperado 43.000 euros.
De los seis detenidos, dos han ingresado en prisión preventiva y los otros cuatro tienen obligación de comparecer en el juzgado de forma periódica, y la investigación la lidera el Juzgado de Instrucción 33 de Barcelona.